lunes, 30 de junio de 2014

Santos Protomártires de la Iglesia Romana (s. I)

Tanto el historiador pagano Tácito, en su obra Annales o Historiae –el primero de sus dos principales trabajos: la historia del Imperio romano desde el 69 hasta el asesinato del emperador Domiciano en el 96–, como el Papa Clemente, en su Carta a los Corintios,  testifican que muchos cristianos sufrieron martirio en medio de indecibles tormentos con la persecución desencadenada por el emperador Nerón después del incendio de Roma, en el año 64.

En ese verano hubo en la Ciudad que llaman Eterna un pavoroso incendio, posiblemente el mayor que ha conocido Roma a lo largo de su historia, a pesar de ser tan larga y de tanta guerra y saqueo, porque, según cuentan lenguas, aquel no fue ocasional, ni bélico; se debió al desenfrenado deseo lúdico de la maldad del loco que se hacía llamar ‘dios’ y deseaba tener motivo de inspiración poética digna de dioses.

Luego, para acallar los rumores populares y los ayes de la desgracia, desvió la responsabilidad soberana haciendo que las miradas se fijasen en una casta suficientemente odiada por el pueblo por sus desmesurados excesos, llamada vulgarmente como ‘los cristianos’.
El historiador pagano de los Anales refiere que «el autor de este nombre fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea; y aunque por entonces se reprimió algún tanto aquella perniciosa superstición, tornaba otra vez a reverdecer, no solamente en Judea, origen de este mal, sino también en Roma».

«Fueron, pues, detenidos al principio los que profesaban públicamente esta religión, y después, por delaciones de aquellos, una multitud infinita, no tanto por el delito del incendio que se les imputaba, como por hallarse convictos de aborrecimiento al género humano. Añadióse a la justicia que se hizo de estos la burla y escarnio con que se les daba la muerte».

«A unos vestían de pellejos de fieras, para que de esta manera los despedazasen los perros; a otros ponían en cruces; a otros echaban sobre grandes rimeros de leña a los que pegaban fuego para que, ardiendo con ellos, sirviesen de alumbrar en las tinieblas de la noche».

Así se cuentan los hechos que hicieron tantos mártires cristianos anónimos, desconocidos. Aunque seguramente la mayor parte eran gente humilde, del pueblo, no es improbable que también se contaran importantes políticos, militares o ricos. No se sabe. Cierto es que Nerón empezó a castigar a los culpados de ser cristianos con todas las exquisiteces de tormentos inventadas hasta el momento. Y hasta es posible que la estupidez humana adquiriera cotas tan altas que justificara aquello como bueno. Fue por estos tiempos por los que testificaron al máximo el amor a Cristo Pedro y Pablo.

Fuente: Archidiócesis de Madrid

LUNES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros

Lectura del Profeta Amós 2, 6-10. 13-16

Así dice el Señor: A Israel, por tres pecados, y por el cuarto, no le perdonaré.
Porque venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias.
Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes.
Padre e hijo van juntos a una mujer, infamando mi nombre santo.
Se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar; beben vino de multas, en el templo de su Dios.
Yo destruí al amorreo al llegar ellos; era alto como los altos cedros, fuerte como las encinas.
Destruí por arriba el fruto, la raíz por abajo.
Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para daros en posesión la tierra de los amorreos.
Mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro lleno de gavillas.
El veloz no encontrará huida, el fuerte no conservará su fuerza, el soldado no salvará la vida.
El arquero no se mantendrá en pie, el hombre ágil no se escapará, el jinete no salvará la vida.
El fuerte y valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día.
Oráculo del Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 49, 16bc-17. 18-19. 20-21. 22-23.
V/. Atención, los que olvidáis a Dios.
R/. Atención, los que olvidáis a Dios.
V/. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos? . R/.
V/. Cuando ves un ladrón, corres con él, te mezclas con los adúlteros; sueltas tu lengua para el mal, tu boca urde el engaño. R/.
V/. Te sientas a hablar contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre: esto haces, ¿y me voy a callar? ¿crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara. R/.
V/. Atención, los que olvidáis a Dios, no sea que os destroce sin remedio; el que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios. R/.


EVANGELIO
Sígueme

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 18-22

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla.
Se le acercó un letrado y le dijo: Maestro, te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió: Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
Otro que era discípulo, le dijo: Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
Jesús le replicó: Tú, sígueme.
Deja que los muertos entierren a sus muertos.

Palabra del Señor.

sábado, 28 de junio de 2014

29 de junio SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES Solemnidad


MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA


PRIMERA LECTURA
Te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo, echa a andar

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 3, 1-10

En aquellos días, subían al templo Pedro y Juan, a la oración de media tarde, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para que pidiera limosna a los que
entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y le dijo:
-«Míranos.»
Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pedro le dijo:
-«No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar.»
Agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. La gente lo vio andar alabando a Dios; al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa, quedaron estupefactos ante lo sucedido.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


SEGUNDA LECTURA
Dios me escogió desde el seno de mi madre

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 1, 11-20

Os notifico, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.
Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que muchos de mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis antepasados.
Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, en seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco.
Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas, y me quedé quince días con él.
Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor.
Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo.
Palabra de Dios.


Aleluya Jn 21, 17d

Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.


EVANGELIO
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer
con ellos, dice a Simón Pedro:
-«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó:
-«Si, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice:
-«Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta:
-«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta:
-«Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice:
-«Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta:
-«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería
y le contestó-:
-«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice:
-«Apacienta mis ovejas.
Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas
viejo, extenderás las manos, otro te
ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió:
-«Sígueme.»
Palabra del Señor.

El Inmaculado Corazón de la Virgen María. Memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Desbordo de gozo con el Señor
Lectura del libro de Isaías 61, 9-11

La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos, entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial 1 S 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd (R.: 1a)
R. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.
Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R.
Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R.
El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R.
Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R.

Aleluya Cf. Lc 2, 19
Dichosa es la Virgen María, que conservaba la palabra de Dios, meditándola en su corazón.

EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón
 

+Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó:
-«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor.

viernes, 27 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

PRIMERA LECTURA
El Señor se enamoró de vosotros y os eligió

Lectura del Libro del Deuteronomio 7, 6-11

Habló Moisés al pueblo y dijo:
—Tu eres un pueblo santo para el Señor tu Dios:
él te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.
Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vosotros más numerosos que los demás—porque sois el pueblo más pequeño—, sino que, por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto.
Así sabrás que el Señor tu Dios es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos por mil generaciones.
Pero paga en su persona a quien lo aborrece acabando con él. No se hace esperar, paga a quien lo aborrece en su persona.
Pon por obra estos preceptos y los mandatos y decretos que te mando hoy.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 102. 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 10
V/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
V/. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
V/. El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
V/. El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
V/. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

SEGUNDA LECTURA
El nos amó

Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 4, 7-16

Queridos hermanos:
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios,
y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene:
en que Dios mandó al mundo a su Hijo único,
para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos:
Si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y damos testimonio
de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios

Aleluya Mt 11, 29ab

Si no se canta, puede omitirse
Aleluya, aleluya.
Cargad con mi yugo—dice el Señor—
y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón.
Aleluya.

EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón

 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, Jesús exclamó:
—Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Palabra del Señor

jueves, 26 de junio de 2014

JUEVES DE LA DUODÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Nabucodonosor deportó a Jeconías y a todos los ricos a Babilonia

Lectura del segundo libro de los Reyes 24, 8-17

Cuando Jeconías subió al trono tenía dieciocho años, y reinó tres meses en Jerusalén.
Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, natural de Jerusalén.
Hizo lo que el Señor reprueba, igual que su padre.
En aquel tiempo los oficiales de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén y la cercaron.
Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén cuando sus oficiales la tenían cercada.
Jeconías de Judá se rindió al rey de Babilonia, con su madre, sus ministros, generales y funcionarios.
El rey de Babilonia los apresó el año octavo de su reinado.
Se llevó los tesoros del templo y del palacio y destrozó todos los utensilios de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo según las órdenes del Señor.
Deportó a todo Jerusalén, los generales, los ricos (diez mil deportados) , los herreros y cerrajeros; sólo quedó la plebe.
Nabucodonosor deportó a Jeconías a Babilonia.
Llevó deportados, de Jerusalén a Babilonia, al rey y sus mujeres, sus funcionarios y grandes del reino, todos los ricos (siete mil deportados) , los herreros y cerrajeros (mil deportados) , todos aptos para la guerra.
Nombró rey a Matanías, sucesor de su tío, y le cambió el nombre en Sedecías.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 78, 1-2. 3-5. 8. 9.
V/. Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.
R/. Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.
V/. Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad, han profanado tu santo templo, han reducido Jerusalén a ruinas; echaron los cadáveres de tus siervos en pasto a las aves del cielo, y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. R/.
V/. Derramaron su sangre como agua en torno a Jerusalén, y nadie la enterraba.
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre enojado? ¿Va a arder como fuego tu cólera? . R/.
V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados. R/.
V/. Socórrenos, Dios Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu nombre. R/.


EVANGELIO
La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 21-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Aquel día muchos dirán: Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros? Yo entonces les declararé: Nunca os he conocido.
Alejaos de mí, malvados.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron.
contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.
Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los letrados.
Palabra del Señor.

miércoles, 25 de junio de 2014

MIÉRCOLES DE LA DUODÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
El rey leyó al pueblo el Libro de la Alianza encontrado en el templo y selló el Señor la Alianza

Lectura del segundo libro de los Reyes 22, 8-13; 23, 1-3

En aquellos días, el Sumo Sacerdote Helcías dijo al cronista Safán: He encontrado en el templo el Libro de la Ley.
Entregó el libro a Safán y éste lo leyó.
Luego fue a dar cuenta al rey Josías: Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras.
Y le comunicó la noticia: El sacerdote Helcías me ha dado un libro.
Safán lo leyó ante el rey; y cuando el rey oyó el contenido del Libro de la Ley se rasgó las vestiduras y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Akbor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asaías, funcionario real: Id a
consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro, cumpliendo lo prescrito en él.
Ellos llevaron la respuesta al rey, y el rey dio órdenes para que se presentasen ante él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.
Luego subió al templo, acompañado de todos los judíos y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes.
El rey les leyó el Libro de la Alianza encontrado en el templo.
Después, en pie sobre el estrado, selló ante el Señor la Alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la Alianza escritas en aquel libro.
El pueblo entero suscribió la Alianza.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 118, 33. 34. 35. 36. 37. 40
V/. Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes.
R/. Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes.
V/. Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente. R/.
V/. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R/.
V/. Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo. R/.
V/. Inclina mi corazón a tus preceptos, y no al interés. R/.
V/. Aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra. R/.
V/. Mira cómo ansío tus decretos; dame vida con tu justicia. R/.



EVANGELIO
Por sus frutos los conoceréis

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis.
A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos ? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.
Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos.
El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego.
Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

Palabra del Señor.

lunes, 23 de junio de 2014

LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA Solemnidad

MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA

PRIMERA LECTURA
Antes de formarte en el vientre, te escogí

Lectura del libro de Jeremías 1, 4-10

En tiempo de Josías, recibí esta palabra del Señor:
-«Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles.»
Yo repuse:
-«¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho.»
El Señor me contestó:
-«No digas: “Soy un muchacho”, que a donde yo te envíe, irás, y lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte.»
Oráculo del Señor.
El Señor extendió la mano y me tocó la boca; y me dijo:
-«Mira: yo pongo mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para edificar y plantar.»
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 6b)
R. En el seno materno tú me sostenías.
A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R.
Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R.
Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.


SEGUNDA LECTURA
La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 8-12

Queridos hermanos:
No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación.
La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas, los que predecían la gracia destinada a vosotros. El Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría; ellos indagaron para cuándo y para qué circunstancia lo indicaba el Espíritu. Se les reveló que aquello de que trataban no era para su tiempo, sino para el vuestro. Y ahora se os anuncia por medio de predicadores que os han traído el Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo. Son cosas que los ángeles ansían penetrar.
Palabra de Dios.


Aleluya Jn 1, 7; Lc 1, 17

Éste venía para dar testimonio de la luz, preparando para Dios un pueblo bien dispuesto.


EVANGELIO
Te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan

+Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 5-17

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.
Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
-«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto.»
Palabra del Señor.

LUNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
El Señor arrojó de su presencia a Israel y sólo quedó la tribu de Judá

Lectura del segundo libro de los Reyes 17, 5-8. 13-15a. 18

En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaría durante tres años.
El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaría, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.
Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios que los había sacado de Egipto, del poder del faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos, y que introdujeron los reyes que ellos se habían nombrado.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la Ley que di a vuestros padres, que le comuniqué por medio de mis siervos los profetas.
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor su Dios.
Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.
El Señor se irritó tanto contra Israel, que los arrojó de su presencia.
Sólo quedó la tribu de Judá.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 59, 3. 4-5. 12-13

V/. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda.
R/. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda.
V/. Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas, estabas airado, pero restáuranos. R/.
V/. Has sacudido y agrietado el país: repara sus grietas, que se desmorona.
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándole a beber un vino de vértigo. R/.
V/. Tú, oh Dios, nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas.
Auxílianos contra el enemigo, que la ayuda del hombre es inútil.
Con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos. R/.


EVANGELIO
Sácate primero la viga del ojo

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis y no os juzgarán.
Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo» , teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.

Palabra del Señor.

sábado, 21 de junio de 2014

FIESTA DEL SANTÍSIMO CUERPO DE CRISTO

JUEVES SIGUIENTE A LA FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

FIESTA 
DEL
SANTÍSIMO
CUERPO
DE CRISTO


 
   Grande inestimable dignidad dan al pueblo cristiano los inmensos beneficios que de la divina largueza ha recibido. Porque no hay ni hubo jamás tan esclarecida nación, que tuviese dioses tan allegados y vecinos como lo es para nosotros nuestro Dios. Queriendo el Unigénito del Padre celestial hacernos participantes de su divinidad, revistióse de nuestra naturaleza, para que hecho hombre, hiciese dioses a los hombres. Y aun esto que tomó de nuestro linaje, todo lo empleó para nuestra salud y remedio: su cuerpo ofreció como hostia de reconciliación a Dios Padre en el ara de la cruz: su sangre derramó como precio de nuestro rescate, y como agua en que nos limpiásemos de todas nuestras culpas; y para que tuviésemos un continuo recuerdo de tan gran beneficio, nos dejó su Cuerpo y Sangre, para que debajo de las especies de pan y de vino, le recibiesen los fieles. ¡Oh precioso y admirable convite, saludable y lleno de toda suavidad! En él, el pan y el vino se convierten substancialmente en el cuerpo y la sangre de Cristo; y Cristo verdadero Dios y hombre, está debajo de las especies de un poco de pan y de vino. De esta suerte es comido por los fieles, y no es despedazado; antes, dividido el Sacramento, permanece entero en cada partícula. Los accidentes subsisten en él sin la substancia; no hay sacramento más saludable que éste, con el cual se limpian los pecados, se acrecientan las virtudes, y el alma se alimenta con la abundancia de todos los espirituales carismas. Ofrécese en la Iglesia por los vivos y por los difuntos, para que a todos aproveche lo que para la salud de todos fue instituido. Finalmente, la suavidad de este Sacramento nadie puede explicarla; pues en él se gusta la dulzura espiritual. en su misma fuente, y se renueva la memoria de aquélla infinita caridad que mostró Cristo en su Pasión. Y así para que más hondamente se imprimiese en los corazones de los fieles la inmensidad de aquel amor, instituyó este Sacramento en la última cena, cuando después de celebrar la Pascua con los discípulos, iba a pasar de este mundo al Padre: y lo dejó para que fuese memorial perenne de su Pasión, cumplimiento de las figuras de la ley antigua, el mayor de los milagros que obró, y particular consuelo de los que habían de entristecerse con su ausencia. Conviene, pues, a la devoción de los fieles, hacer solemne memoria de la institución de tan saludable y tan maravilloso Sacramento, para que veneremos el inefable modo de la divina presencia en este Sacramento visible y sea ensalzado el poder de Dios, que obra en él tantas maravillas, y se le hagan las debidas gracias por merced tan saludable y regalo tan dulce. (Serm. de Sto. Tomás de A., opúsc. 57).
HISTORIA DE ESTA CELEBRACIÓN 
   En 1208, habitaba en un monasterio de religiosas hospitalarias, una joven de 16 años, llamada Juliana de Monte Cornillon. Devotísima del Santísimo Sacramento, gustaba meditar profundamente en ese misterio de amor. Una noche vio en sueños una especie de luna llena, pero desportillada y oscura en uno de sus radios. La visión se repitió en adelante en otras muchas veces. Al cabo de dos años de oraciones y penitencias, le pareció entender que el disco luminoso figuraba el ciclo de fiestas litúrgicas, y que el espacio vacío y oscuro acusaba en él la falta de una solemnidad importante, que era la de Santísimo Sacramento. Animada por sobrenatural impulso, trabajó con las autoridades eclesiásticas para que dicha fiesta se estableciera en la Iglesia, y en 1264 el Papa Urbano IV la extendió a la Iglesia universal; Clemente V, en 1311, la declaró obligatoria para toda la cristiandad, y Juan XXII; en 1316, la completó con una Octava privilegiada y una solemne Procesión.
   "Aunque ya se hace memoria (de la institución de la sagrada Eucaristía) en el cotidiano Sacrificio de la Misa, creemos no obstante que, para confundir la perfidia de los herejes, es digno de que, por lo menos una vez al año, se celebre en su honor una fiesta especial. De esta manera se podrán reparar todas las faltas cometidas en todos los sacrificios de la Misa y pedir perdón de las irreverencias en que se haya incurrido durante su celebración y del descuido en asistir a ella...". Así se expresaba el Papa Urbano IV en su bula, indicando a la vez el objeto y el espíritu de esta nueva solemnidad.
   Como se ve, todo gira aquí en torno a la idea del Santo Sacrificio de la Misa, que es el objeto principal de la devoción eucarística en general u de la fiesta del Corpus en particular. Es un toque de atención para encarecer la importancia de la Misa, y una fiesta de reparación y desagravio por la defectuosa asistencia, por parte de unos, y la inasistencia, por parte de otros, al augusto Sacrificio.



 REFLEXIÓN

   ¡Con cuánta solemnidad celebra la Iglesia este santo día! Para él guarda la procesión más solemne del año en la cual es llevado en triunfo Jesucristo Sacramentado, como a Rey de todos los hombres. Desea que nadie se dispense de asistir a ella: sino con grave causa. Pero una vez que asistamos, sea no por humanas miras o respetos que tanto desagradan a Dios, sino por agradecerle de corazón el inmenso beneficio de quedarse entre nosotros hasta el fin del mundo.


ORACIÓN

    Oh Dios, que en un admirable Sacramento nos dejaste memoria de tu Pasión, rogámoste nos concedas, que Veneremos los sagrados misterios, de tu cuerpo y sangre, de manera que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI


SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

PRIMERA LECTURA
Te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres

Lectura del Libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a

Habló Moisés al pueblo y dijo:
Recuerda el camino que el Señor tu Dios
te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto,
para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones:
si guardas sus preceptos o no.
El te afligió haciéndote pasar hambre
y después te alimento con el maná
—que tu no conocías ni conocieron tus padres—
para enseñarte que no solo de pan vive el hombre,
sino de todo cuanto sale de la boca de Dios.
No sea que te olvides del Señor tu Dios
que te sacó de Egipto, de la esclavitud,
que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible,
con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua;
que sacó agua para ti de una roca de pedernal;
que te alimentó en el desierto con un maná
que no conocían tus padres.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20

V/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
(o, Aleluya).
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión,
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V/. Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina;
él envía su mensaje a la tierra y su palabra corre veloz.
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V/. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos.
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.


SEGUNDA LECTURA
El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 10, 16-17

Hermanos:
El cáliz de nuestra Acción de Gracias, ¿no nos une a todos en la sangre de Cristo?
Y el pan que partimos,
¿no nos une a todos en el cuerpo de Cristo?
El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.
Palabra de Dios.


Aleluya Jn 6, 51-52
Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo —; dice el Señor—; quien coma de este pan vivirá para siempre.
Aleluya.


EVANGELIO.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida

+Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
—Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Disputaban entonces los judíos entre sí:
—¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Entonces Jesús les dijo:
—Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el ultimo día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Zacarías, a quien matásteis entre el templo y el altar

Lectura del segundo libro de las Crónicas 24, 17-25

Cuando murió Yehoyadá, los jefes de Judá fueron a postrarse ante el rey y éste siguió sus consejos.
Se olvidaron del templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a las estelas y a los ídolos.
Este pecado provocó la ira de Dios sobre Judá y Jerusalén.
Les envió profetas para que se convirtiesen, pero no hicieron caso a sus amonestaciones.
Entonces el Espíritu de Dios revistió a Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: Esto dice el Señor: ¿Por qué no cumplís los preceptos del Señor? Vais al fracaso.
Habéis abandonado al Señor y él os abandonará a su vez.
Pero ellos conspiraron contra él y lo apedrearon en el atrio del templo por orden del rey.
El rey Joás, sin tener en cuenta el bien que le había hecho Yehoyadá, mató a su hijo Zacarías, que murió diciendo: ¡Que el Señor te lo tome en cuenta! Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en Judá, hasta Jerusalén; mataron a todos los jefes del pueblo y enviaron todo el botín al rey de Damasco.
El ejército de Siria no era muy numeroso, pero el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres.
Así se vengaron de Joás.
Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido, sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió.
Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 88, 4-5. 29-30. 31-32. 33-34
V/. Le mantendré eternamente mi favor.
R/. Le mantendré eternamente mi favor.
V/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David mi siervo: Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades. R/.
V/. Le mantendré eternamente mi favor y mi alianza con él será estable; le daré una posteridad perpetua y un trono duradero como el cielo. R/.
V/. Si sus hijos abandonan mi ley y no siguen mis mandamientos, si profanan mis preceptos y no guardan mis mandatos. R/.
V/. Castigaré con la vara sus pecados y a latigazos sus culpas; Pero no les retiraré mi favor ni desmentiré mi fidelidad. R/.

EVANGELIO
No os agobiéis por el mañana

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 24-34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede estar al servicio de dos amos.
Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo.
No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir.
¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.
Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos.
Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir.
Los paganos se afanan por esas cosas.
Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura.
Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio.
A cada día le bastan sus disgustos.
Palabra del Señor.

viernes, 20 de junio de 2014

VIERNES DE LA UNDÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Ungió a Joás y todos aclamaron: ¡Viva el rey!

Lectura del segundo libro de los Reyes 11, 1-4. 9-18. 20

En aquellos días, cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, empezó a exterminar a toda la familia real.
Pero cuando los hijos del rey estaban siendo asesinados, Joseba, hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio; así se lo ocultó a Atalía y lo libró de la muerte.
El niño estuvo escondido con ella en el templo durante seis años, mientras en el país reinaba Atalía.
Al año séptimo, Yehoyadá mandó a buscar a los oficiales de los Carios y de la escolta; los llamó a su presencia, en el templo, se juramentó con ellos y les presentó al hijo del rey.
Los centuriones hicieron lo que les mandó el sacerdote Yehoyadá; cada uno reunió a sus hombres, los que estaban de servicio el sábado y los que quedaban libres, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá.
El sacerdote entregó a los oficiales las lanzas y los escudos del rey David, que se guardaban en el templo.
Los de la escolta se colocaron, empuñando las armas, desde el ángulo sur hasta el ángulo norte del templo, entre el altar y el templo, para proteger al rey.
Entonces Yehoyadá sacó al hijo del rey, le colocó la diadema y las insignias, lo ungió rey, y todos aplaudieron, aclamando: ¡Viva el rey! Atalía oyó el clamor de la tropa y se fue hacia la gente, al templo.
Pero cuando vio al rey en pie sobre el estrado, como es costumbre, y a los oficiales y la banda cerca del rey, toda la población en fiesta, y las trompetas tocando, se rasgó las vestiduras y gritó: ¡Traición, traición! El sacerdote Yehoyadá ordenó a los oficiales que mandaban las fuerzas: Sacadla del atrio.
Al que la siga, lo matáis (pues no quería que la matasen en el templo).
La fueron empujando con las manos y, cuando llegaba al palacio por la Puerta de las Caballerizas, allí la mataron.
Yehoyadá selló el pacto entre el Señor, el rey y el pueblo, para que fuera el pueblo del Señor.
Toda la población se dirigió luego al templo de Baal; lo destruyeron, derribaron sus altares, trituraron las imágenes, y a Matán, sacerdote de Baal, lo degollaron ante el altar.
El sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo.
Toda la población hizo fiesta y la ciudad quedó tranqui1a.
A Atalía la habían matado en el palacio.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 131, 11. 12. 13-14. 17-18

V/. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en el1a.
R/. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en el1a.
V/. El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: A uno de tu linaje pondré sobre tu trono. R/.
V/. Si tus hijos guardan mi alianza y los mandatos que les enseño, también sus hijos, por siempre, se sentarán sobre tu trono. R/.
V/. Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: Esta es mi mansión por siempre; aquí viviré, porque la deseo. R/.
V/. Haré germinar el vigor de David, enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia, sobre él brillará mi diadema. R/.


EVANGELIO
Donde está tu tesoro, allí está tu corazón

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 19-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No amontonéis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban.
Amontonad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roen, ni ladrones que abran boquetes y roben.
Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo.
Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras.
Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!

Palabra del Señor.

jueves, 19 de junio de 2014

LOS SANTOS HERMANOS GERVASIO Y PROTASIO, Mártires

19 de Junio
LOS SANTOS HERMANOS
 GERVASIO Y PROTASIO, 
Mártires
    Habiendo descubierto san Afubrosio por divina revelación los sepulcros de estos santos mártires de Milán, halló a la cabecera una escritura con estas palabras: "Yo, Filipo, siervo de Cristo, en compañía de mi hijo hurté los cuerpos de estos santos, y dentro de mi casa los sepulté. Su madre se llamó Valeria, y Vital su padre. Nacieron de un parto, y llamáronlos Gervasio y Protasio. Siendo ya difuntos sus padres, y habiendo sucedido ellos abintestato en sus bienes, vendieron la casa propia en que habían nacido y toda su hacienda, y repartieron el precio de ella a los pobres y a sus esclavos, dándoles libertad. Diez años vacaron a solo Dios, dándose a la lección y a la oración, y al onceno, alcanzaron la corona del martirio. A esta sazón pasó por Milán el general Astasio que iba a la guerra contra los .bárbaros: saliéronle al camino los sacerdotes de los ídolos, y dijéronle que si quería alcanzar victoria de sus enemigos apremiase a Gervasio y Protasio, que eran cristianos, para que sacrificasen a los dioses inmortales, los cuales estaban de ellos tan enojados, que no querían hacer a los pueblos el favor que solían con sus oráculos. Mandóles Astasio buscar y prender, y rogóles que le hiciesen placer de ofrecer con él sacrificio a los dioses, para que prosperase su jornada y tuviese buen suceso aquélla guerra: a lo que respondió Gervasio: «la victoria ¡oh Astasio! la da del cielo el Dios verdadero y no las estatuas vanas y mudas de los dioses». Enojóse Astasio sobremanera, con esta respuesta, y mandóle luego azotar y herir con plomadas fuertemente hasta que allí muriese; y con este tormento Gervasio dio su espíritu al Señor. Quitado de aquel lugar el cadáver, hizo llamar a Protasio y díjole: «¡Desventurado y miserable! mira por ti, y no seas loco como tu hermano». Respondió Protasio «¿Quién de los dos es miserable, tú que me temes a mí, o yo que no te temo a ti, ni hago caso de tus dioses ni de tus amenazas?» Al oír el general estas palabras mandóle moler a palos con unos bastones nudosos, y le dijo: «¿Quieres perecer como tu hermano?» El santo respondió: «No me enojo contigo porque mi Señor Jesucristo no abrió su boca contra los que le crucificaron: te tengo lástima y te perdono porque no sabes lo que haces. Finalmente el general le hizo degollar, y mandó arrojar los sagrados cadáveres de los dos hermanos en un muladar. Y yo Filipo, siervo de Cristo, con mi hijo tomé de noche los cuerpos de estos santos y los llevé a mi casa y siendo Dios solo testigo los puse en un arca de piedra ". 
 
REFLEXIÓN
   Habiéndose aparecido los santos a san Ambrosio, arzobispo de Milán, convocó éste a todos los obispos comarcanos, y cavando la tierra en el lugar señalado que estaba en la iglesia de san Nábor y san Félix, hallaron el arca de piedra. La abrieron, y vieron los cuerpos de los mártires, y el fondo del se pulcro lleno de sangre, exhalando un maravilloso olor que se extendió por toda la iglesia, e ilustrándoles el Señor con estupendos milagros, señaladamente dando vista a un ciego muy conocido en toda aquélla ciudad de Milán. Roguemos al Señor que estos auténticos prodigios referidos largamente por san Ambrosio que los presenció, abran los ojos de nuestra alma para ver con mayor luz del cielo la divinidad de la fe por la cual dieron sus vidas tan ilustres mártires.

ORACIÓN
    ¡Oh Dios! que cada año nos alegras con la festividad de tus bienaventurados mártires Gervasio y Protasio; asístenos con tu gracia para que nos inflamen con sus ejemplos estos santos de cuyos méritos nos alegramos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 Flos Sanctorum de la Familia Cristiana, P Francisco De Paula Morell, S. J., Ed. Difusión, S. A., Buenos Aires, 1943.

JUEVES DE LA UNDÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Elías fue arrebatado en el torbellino y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu

Lectura del libro del Eclesiástico 48, 1-15

Surgió Elías, un profeta como un fuego, cuyas palabras eran horno encendido; les quitó el sustento del pan, con su celo los diezmó; con oráculo divino sujetó el cielo e hizo bajar tres veces fuego.
¡Qué terrible eras, Elías ! , ¿quién se te compara en gloria? Tú resucitaste un muerto, sacándolo del Abismo por voluntad del Señor; hiciste bajar reyes a la tumba y nobles desde sus lechos; ungiste reyes vengadores y nombraste un profeta como sucesor.
Escuchaste en Sinaí amenazas y sentencias vengadoras en Horeb.
Un torbellino te arrebató a la altura, tropeles de fuego hacia el cielo.
Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel. Dichoso quien te vea antes de morir y más dichoso tú que vives.
Elías fue arrebatado en el torbellino y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu.
En vida hizo múltiples milagros y prodigios con sólo decirlo; en vida no temió a ninguno, nadie pudo sujetar su espíritu; no hubo milagro que lo excediera: bajo él revivió la carne; en vida hizo maravillas y en muerte, obras asombrosas.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7
V/. Alegraos, justos, con el Señor.
R/. Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y Nube lo rodean, Justicia y Derecho sostienen su trono.
Delante de él avanza fuego, abrasando en torno a los enemigos; sus relámpagos deslumbran el orbe, y, viéndolos, la tierra se estremece.
Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria.
Los que adoran estatuas se sonrojan, y los que ponen su orgullo en los ídolos.
Ante él se postran todos los dioses.


EVANGELIO
Vosotros rezad así

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando recéis no uséis muchas palabras como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso.
No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.
Vosotros rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.
Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros.
Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.
Palabra del Señor.

miércoles, 18 de junio de 2014

MIÉRCOLES DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo

Lectura del segundo libro de los Reyes 2, 1. 6-14

Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se marcharon de Guilgal.
Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor sólo me envía hasta el Jordán.
Eliseo respondió: ¡Vive Dios ! Por tu vida, no te dejaré. Y los dos siguieron caminando.
También marcharon cincuenta hombres de la comunidad de profetas y se pararon frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se detuvieron frente al Jordán; Elías cogió su manto, lo enrolló, golpeó el agua, el agua se dividió por medio, y así pasaron ambos a pie enjuto.
Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo: Pídeme lo que quieras antes de que me aparte de tu lado.
Eliseo pidió: Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu.
Elías comentó: ¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo tendrás; pero si no me ves, no lo tendrás.
Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo miraba y gritaba: ¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel! Y ya no lo vio más.
Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos; luego recogió el manto que se le había caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán; y, agarrando el manto de Elías, golpeó el agua, diciendo: ¿Dónde está el Dios de Elías, dónde? Golpeó el agua, el agua se dividió por medio y Eliseo cruzó.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 30, 20. 21. 24.
V/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
R/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
V/. Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos. R/.
V/. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas; los ocultas en tu tabernáculo, frente a las lenguas pendencieras. R/.
V/. Amad al Señor, fieles suyos: el Señor guarda a sus leales y paga con creces a los soberbios. R/.


EVANGELIO
Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Palabra del Señor.

martes, 17 de junio de 2014

MARTES DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Has hecho pecar a Israel

Lectura del primer libro de los Reyes 21, 17-29

Después de la muerte de Nabot, el Señor dirigió la palabra a Elías el tesbita: Anda, baja al encuentro de Ajab de Israel, que vive en Samaría.
Mira, está en la viña de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión.
Dile: Así dice el Señor: ¿Has asesinado, y encima robas ? » Por eso, así dice el Señor: «En el mismo sitio donde los perros han lamido la sangre de Nabot, también a ti los perros te lamerán la sangre».
Ajab dijo a Elías: ¡Con que me has sorprendido, enemigo mío! Y Elías repuso: ¡Te he sorprendido! Por haberte vendido, haciendo lo que el Señor reprueba, aquí estoy para castigarte; te dejaré sin descendencia, te exterminaré todo israelita varón, esclavo o libre.
Haré con tu casa como con la de Jeroboán, hijo de Nabal, y la de Basá, hijo de Ajías, porque me has irritado y has hecho pecar a Israel.
(También ha hablado el Señor contra Jezabel: Los perros la devorarán en el campo de Yezrael). A los de Ajab que mueran en poblado los devorarán los perros, y a los que mueran en descampado los devorarán las aves del cielo.
Y es que no hubo otro que se vendiera como Ajab para hacer lo que el Señor reprueba, empujado por su mujer Jezabel.
Procedió de una manera abominable, siguiendo a los ídolos, igual que hacían los amorreos a quienes el Señor había expulsado ante los israelitas.
En cuanto Ajab oyó aquellas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió un sayal y ayunó; se acostaba con el sayal puesto y andaba taciturno.
El Señor dirigió la palabra a Elías el tesbita: ¿Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? Por haberse humillado ante mí, no le castigaré mientras viva; castigaré a su familia en tiempo de su hijo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 5-6a. 11 y 16
V/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
V/. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. R/.
V/. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.
¡Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío! y cantará mi lengua tu justicia. R/.


EVANGELIO
Amad a vuestros enemigos

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian.
Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos ? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
Palabra del Señor.

lunes, 16 de junio de 2014

LUNES DE LA UNDÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Nabot ha muerto apedreado

Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16

Nabot el de Yezrael tenía una viña pegando al palacio de Ajab, rey de Samaría.
Ajab le propuso: Dame la viña para hacerme yo una huerta, ya que está cerca, pegando a mi casa; yo te daré en cambio una viña mejor, o, si prefieres, te pago en dinero.
Nabot le respondió: ¡Dios me libre de cederte la heredad de mis padres! Ajab marchó a casa malhumorado y enfurecido por la respuesta de Nabot el de Yezrael, aquello de: «No te cederé la heredad de mis padres».
Se tumbó en la cama, volvió la cara y no quiso probar alimento.
Su esposa Jezabel se le acercó y le dijo: ¿Por qué estás de mal humor y no quieres probar alimento? El contestó: Es que hablé a Nabot el de Yezrael y le propuse: «Véndeme la viña, o, si prefieres, te la cambio por otra.
Y me dice: «No te doy mi viña».
Entonces Jezabel dijo: ¿Y eres tú el que manda en Israel? ¡Arriba! A comer, que te sentará bien.
¡Yo te daré la viña de Nabot el de Yezrael! Escribió unas cartas en nombre de Ajab, las selló con el sello del rey y las envió a los ancianos y notables de la ciudad, paisanos de Nabot. Las cartas decían: «Proclamad un ayuno y sentad a Nabot en primera fi1a. Sentad en frente a dos canallas que depongan contra él: ¡Has maldecido a Dios y al rey ! Lo sacáis afuera y lo apedreáis hasta que muera».
Los paisanos de Nabot, los ancianos y notables que vivían en la ciudad, hicieron tal como les decía Jezabel, tal como estaba escrito en las cartas que habían recibido.
Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot en primera fila; llegaron dos canallas, se le sentaron en frente y testificaron contra Nabot públicamente: Nabot ha maldecido a Dios y al rey.
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió.
Entonces informaron a Jezabel: Nabot ha muerto apedreado.
En cuanto oyó Jezabel que Nabot había muerto apredreado, dijo a Ajab: Hala, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, que no quiso vendértela Nabot ya no vive, ha muerto.
En cuanto oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a tomar posesión de la viña de Nabot el de Yezrael.

Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 5, 2-3. 5-6. 7.

V/. Atiende a mis gemidos, Señor.
R/. Atiende a mis gemidos, Señor.
V/. Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de socorro, Rey mío y Dios mío. R/.
V/. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
V/. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. R/.


 EVANGELIO
Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente».
Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia.
Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehuyas.

Palabra del Señor.

sábado, 14 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTES
SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

PRIMERA LECTURA
Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso

Lectura del Libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9

En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra.
El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.
El Señor pasó ante él proclamando:
Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.
Moisés al momento se inclinó y se echó por tierra.
Y le dijo:
—Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Dan 3, 52. 53. 54. 55. 56

V/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres; a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre santo y glorioso; a él gloria y alabanza por los siglos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres en la bóveda del cielo.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.


SEGUNDA LECTURA
La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 13, 11-13

Hermanos :
Alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos; tened un
mismo sentir y vivir en paz.
Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo.
Os saludan todos los fieles.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con vosotros.
Palabra de Dios


Aleluya Apoc. 1, 8

Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Al Dios que es, que era y que vendrá.
Aleluya.


EVANGELIO
Dios mandó su Hijo al mundo, para que se salve por él

 +Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 16-18

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo:
—Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA DÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y marchó tras Elías
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 19-21
En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, y él llevaba la última.
Elías pasó a su lado y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías contestó: Ve y vuelve, ¿quién te lo impide? Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente.
Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.

Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10.
V/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
R/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. R/.
V/. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.
V/. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

 EVANGELIO
Yo os digo que no juréis en absoluto

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo, Jesús a sus discípulos: Sabéis que se mandó a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey.
Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo.
A vosotros os basta decir sí o no.
Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor