martes, 27 de enero de 2015

MARTES DE LA TERCERA SEMANA



PRIMERA LECTURA
Aquí estoy, ¡oh Dios! , para hacer tu voluntad
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 1-10

Hermanos: La Ley, que presenta sólo un vislumbre de los bienes futuros y no la imagen auténtica de la realidad, siempre, con los mismos sacrificios, año tras año, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan a ofrecerlos.
Si no fuera así, habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados una vez, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia.
Pero en estos mismos sacrificios se recuerdan los pecados año tras año.
Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: 

—Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: «Aquí estoy, ¡oh Dios ! , para hacer tu voluntad».
Primero dice: No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias, —que se ofrecen según la ley—.
Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad».
Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 39, 2 y 4ab. 7-8a. 10. 11

V/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Yo esperaba con ansia al Señor: él se inclinó y escuchó mi grito; me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.
V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.
V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R/.
V/. No he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad, ante la gran asamblea. R/.

EVANGELIO
El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre

+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús, y desde fuera lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dijo: Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.
Les contestó: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Y paseando la mirada por el corro, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos.
El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.

Palabra del Señor

sábado, 10 de enero de 2015

10 ENERO. SÁBADO DE LA II SEMANA DE NAVIDAD

PRIMERA LECTURA
Quien ama a Dios, ame también a su hermano

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 19-5, 4

Queridos hermanos:
Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.
Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano.
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos.
Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 71, 1-2. 14 y 15bc. 17 (R/.: cf. 11)

R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
Él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos. Que recen por él continuamente y lo bendigan todo el día. R/.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.


Aleluya Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad.


EVANGELIO
Hoy se cumple esta Escritura

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 14-22a

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.
Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido.
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
Palabra del Señor.

domingo, 4 de enero de 2015

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE NAVIDAD


PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Eclesiástico 24, 1-4. 12-16.
La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medió de su pueblo.
Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.
En medio de su pueblo será ensalzada y admirada en la congregación plena de los santos;
recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos.
Entonces el Creador del Universo me ordenó, el Creador estableció mi morada:
—Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.
En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció;
en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20

V/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina;
él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
R/. La Palabra se hizo carne Y acampó entre nosotros.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 15-18.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales,
en el cielo.
Ya que en Él nos eligió, antes de la creación del mundo,
para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia, 
por amor.
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo,
conforme a su agrado;
para alabanza de la gloria de su gracia,
de la que nos colmó en el Amado.
Por lo que también yo, que he oído hablar de vuestra fe en Cristo,
no ceso de dar gracias por vosotros,
recordándoos en mi oración,
a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la
gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e
ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál
es la esperanza a la que os llama y cuál la riqueza de gloria que
da en herencia a los santos.

Palabra de Dios

Aleluya 1 Tm 3, 16

Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo, proclamado a los gentiles.
Gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.
Aleluya.


EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1-18.

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo:
— Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí, pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia: porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás:
el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor

sábado, 3 de enero de 2015

3 ENERO. SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS

PRIMERA LECTURA 
Manteneos unánimes y concordes
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-11

Hermanos:

Dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por envidia ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús.

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo.

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda  lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial  Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9

V/. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
R/. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? 


R/. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies. 


R/. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. 


R/. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Aleluya Mt 1, 21
La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo; 

dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús.
EVANGELIO
Le pusieron por nombre Jesús
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 21-24

Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Palabra del Señor.

3 DE ENERO. SÁBADO DE LA I SEMANA DE NAVIDAD

PRIMERA LECTURA
Todo el que permanece en él no peca
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 29-3, 6
Queridos hermanos:
Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de el.
Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!
El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley.
Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado.
Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 3cd-4. 5-6 (R/.: 3cd)
R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R/.
Tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor. R/.

Aleluya Jn 1 ,14. 12b
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios.

EVANGELIO
Éste es el Cordero de Dios
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
—«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo:
—«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me c dijo:
"Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo."
Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor.