jueves, 24 de septiembre de 2020

JUEVES DE LA VIGÉSIMA QUINTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Nada hay nuevo bajo el sol
Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2-11
Vaciedad sin sentido, dice el Predicador, vaciedad sin sentido; todo es vaciedad.
¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre permanece.
Sale el sol, se pone el sol, se afana por llegar a su puesto, y de allí vuelve a salir.
Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento, y sigue girando el viento.
Todos los ríos caminan al mar, y el mar no se llena; llegados al puesto adonde caminan, de allí vuelven a caminar.
Todas las cosas cansan, nadie es capaz de explicarlas.
No se sacian los ojos de ver, no se hartan los oídos de oír.
Lo que pasó, eso pasará, lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol.
Si de algo se dice: «Mira, esto es nuevo» , ya sucedió en otros tiempos, mucho antes de nosotros.
Nadie se acuerda de los antiguos, lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y17
V/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

V/. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán» Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó, una vela nocturna. R/.

V/. Los siembras año por año, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. R/.

V/. Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. R/.

V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.


EVANGELIO
A Juan lo mandé decapitar yo.
¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía: A Juan lo mandé decapitar yo.
¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas ? Y tenía ganas de verlo.
Palabra del Señor

martes, 22 de septiembre de 2020

MARTES DE LA VIGÉSIMA QUINTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Diversas sentencias
Lectura del libro de los Proverbios 21, 1-6. 10-13
El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige adonde quiere.
Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones.
Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios.
Altivez de ojos, mente ambiciosa, faro de los malvados es el pecado.
Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado traen indigencia.
Tesoros ganados por boca embustera son humo que se disipa y lazos mortales.
Afán del malvado es buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo.
Cuando el cínico la paga, aprende el inexperto, pero el sabio aprende con la enseñanza.
El justo observa el corazón malvado y entrega al malvado a la desgracia.
Quien cierra los oídos al clamor del necesitado, no será escuchado cuando grite.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 118, 1. 27. 30. 34. 35. 44.
V/. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
R/. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.

V/. Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor.
Instrúyeme en el camino de tus decretos, y meditaré tus maravillas. R/.

V/. Escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos.
Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R/.

V/. Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo.
Cumpliré sin cesar tu voluntad, por siempre jamás. R/.


EVANGELIO
Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.
El les contestó: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra.
Palabra del Señor.

martes, 15 de septiembre de 2020

15 septiembre. BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES, memoria obligatoria

 PRIMERA LECTURA

Vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 12-14. 27-31a
Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo.
Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.
Vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro.
Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas.
¿Acaso son todos apóstoles? , ¿o todos son profetas? ¿o todos maestros?, ¿o hacen todos milagros?, ¿tienen todos don para curar?, ¿hablan todos en lenguas o todos las interpretan? Ambicionad los carismas mejores.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 99, 2. 3. 4. 5
V/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
R/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

V/. Aclamad al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R/.

V/. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

V/. Entrad por sus puertas con acción de gracias.
por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.

V/. «El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R/.


SECUENCIA 
La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.
Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.
¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.
Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.


EVANGELIO
Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
-«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego, dijo al discípulo:
-«Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.

O bien:
A ti, una espada te traspasará el alma
 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la madre de Jesús estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: 
-«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Palabra del Señor.

jueves, 10 de septiembre de 2020

JUEVES DE LA VIGÉSIMA TERCERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Al pecar contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 8,1b-7. 11-13
Hermanos: El conocimiento engríe, lo constructivo es el amor mutuo.
Figurarse que uno tiene conocimiento, es no haber empezado a conocer como es debido.
A uno que ama es a quien Dios reconoce.
Vengamos a eso de comer de lo sacrificado: Sabemos que en el mundo real un ídolo no es nada y que Dios no hay más que uno; pues aunque hay los llamados dioses en el cielo y en la tierra y son numerosos los dioses y numerosos los señores, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien existe el universo y por quien nosotros vamos al Padre.
Sin embargo, no todos tienen ese conocimiento: algunos, acostumbrados a la idolatría hasta hace poco, comen pensando que la carne está consagrada al ídolo, y como su conciencia está insegura, se mancha.
Así tu conocimiento llevará al desastre al inseguro, a un hermano por quien Cristo murió.
Al pecar de esa manera contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo.
Por eso, si por cuestión de alimento peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 138, 1-3. 13-14ab. 23-24
V/. Guíame, Señor, por el camino eterno.
R/. Guíame, Señor, por el camino eterno.

V/. Señor, tú me sondeas y me conoces: me conoces cuando me siento y me levanto, de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.

V/. Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras. R/.

V/. Señor, sondéame y conoce mi corazón, ponme a prueba y conoce mis sentimientos; mira si mi camino se desvía, guíame por el camino eterno. R/.



EVANGELIO
Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica.
A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.
Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman.
Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis ? También los pecadores lo hacen.
Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores con intención de cobrárselo.
¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.
Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.
La medida que uséis la usarán con vosotros.
Palabra del Señor.

sábado, 5 de septiembre de 2020

VIGESIMO TERCER DOMINGO


PRIMERA LECTURA
Si no hablas al malvado, te pediré cuenta de su sangre
Lectura del Profeta Ezequiel 33, 7-9
Esto dice el Señor:
A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya
en la casa de Israel;
cuando escuches palabra de mi boca,
les darás la alarma de mi parte.
Si yo digo al malvado:
«Malvado, eres reo de muerte», y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado, para que cambie de conducta; el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Pero si tú pones en guardia al malvado, para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9
V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis vuestro corazón.»
R/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

V/. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
R/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

V/. Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
R/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

V/. Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto: cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,
aunque habían visto mis obras.»
R/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis vuestro corazón.»


SEGUNDA LECTURA
La plenitud de la ley es el amor
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 13, 8-10
Hermanos :
A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás», y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.
Palabra de Dios

Aleluya


EVANGELIO
Si te hace caso, has salvado a tu hermano
 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro además que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Palabra del Señor