lunes, 29 de agosto de 2022

29 Agosto. MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA, memoria obligatoria

 PRIMERA LECTURA
Os he anunciado el testimonio de Cristo crucificado
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 2, 1-5

Hermanos: Cuando vine a vosotros a anunciaros el testimonio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Me presenté a vosotros débil y temeroso; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios


Salmo responsorial Sal 118, 97. 98. 99. 100. 101. 102.
V/. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!
R/. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

V/. Cuánto amo tu voluntad: todo el día la estoy meditando. R/.

V/. Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos, siempre me acompaña. R/.

V/. Soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. R/.

V/. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes. R/.

V/. Aparto mi pie de toda senda mala, para guardar tu palabra. R/.

V/. No me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.


EVANGELIO
Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró:
-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre:
-«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
-«La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor.

sábado, 27 de agosto de 2022

DOMINGO XXII DEL TEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios
Lectura del libro del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29
Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso.
Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes.
No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta.
El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 67, 4-5ac. 6-7ab. 10-11 (R.: cf. 11b)
R. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres.

Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. Cantad a Dios, tocad en su honor; su nombre es el Señor. R.

Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. R.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada; y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.

SEGUNDA LECTURA
Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24a
Hermanos:
Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando.
Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 11, 29ab
Cargad con mi yugo y aprended de mí —dice el Señor—, que soy manso y humilde de corazón.

EVANGELIO
El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido
 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola:
—«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá:
"Cédele el puesto a éste."
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
"Amigo, sube más arriba."
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Y dijo al que lo había invitado:
—«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»
Palabra del Señor.

jueves, 25 de agosto de 2022

JUEVES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Por él habéis sido enriquecidos en todo
Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 1-9
Yo Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes nuestro hermano escribimos a la iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro y de ellos.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús.
Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el tribunal de Jesucristo Señor nuestro.
Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro.
¡Y él es fiel!
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7
V/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.
R/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.

V/. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R/.

V/. Una generación pondera tus obras a otra y le cuenta tus hazañas; alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R/.

V/. Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad y aclaman tus victorias. R/.


EVANGELIO
Estad preparados
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.
¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así.
Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Palabra del Señor.

sábado, 20 de agosto de 2022

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
De todos los países traerán a todos vuestros hermanos
Lectura del libro de Isaías 66, 18-21
Así dice el Señor:
«Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua: vendrán para ver mi gloria, les daré una señal, y de entre ellos
despacharé supervivientes a las naciones: a Tarsis, Etiopía, Libia, Masac, Tubal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria; y anunciarán mi gloria a las naciones. Y de todos los países, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi monte santo de Jerusalén —dice el Señor—, como los israelitas, en vasijas puras, traen ofrendas al templo del Señor. De entre ellos escogeré sacerdotes y levitas» —dice el Señor—.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
O bien: Aleluya.

Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R.

Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R.

SEGUNDA LECTURA
El Señor reprende a los que ama
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 5-7. 11-13
Hermanos:
Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron:
—«Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.»
Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos?
Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz.
Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará.
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 14, 6
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—; nadie va al Padre, sino por mi.

EVANGELIO
Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el reino de Dios
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó:
—«Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo:
—«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os
quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:
"Señor, ábrenos";
y él os replicará:
"No sé quiénes sois."
Entonces comenzaréis a decir.
"Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas."
Pero él os replicará:
"No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados."
Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
Palabra del Señor.

sábado, 13 de agosto de 2022

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Me engendraste hombre de pleitos para todo el país
Lectura del libro de Jeremias 38, 4-6. 8-10
En aquellos días, los príncipes dijeron al rey:
—«Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.»
Respondió el rey Sedecías:
— «Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros.»
Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.
Ebedmelek salió del palacio y habló al rey:
—«Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al aljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad.»
Entonces el rey ordeno a Ebedmelek, el cusita:
—«Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 2. 3. 4. 18 (R.: 14b)
R Señor, date prisa en socorrerme.

Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito. R.

Me levantó de la fosa fatal, de la charca fangosa; afianzó mis pies sobre roca, y aseguró mis pasos. R.

Me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos y confiaron en el Señor. R.

Yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se cuida de mí; tú eres mi auxilio y mi liberación: Dios mío, no tardes. R.


SEGUNDA LECTURA
Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 1-4
Hermanos:
Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.
Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 10, 27
Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO
No he venido a traer paz, sino división
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Palabra del Señor.

jueves, 11 de agosto de 2022

JUEVES DE LA DECIMONOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Emigra a la luz del día, a la vista de todos

Lectura del Profeta Ezequiel 12, 1-12

Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, vives en la Casa Rebelde:
tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen, pues son Casa Rebelde.
Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro, y emigra a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro lugar, a ver si lo ven; pues son Casa Rebelde.
Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos; y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro.
A la vista de todos abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar.
Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos, sácalo en la oscuridad; tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la Casa de Israel.
Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad, me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos.
A la mañana siguiente me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la Casa de Israel, la Casa Rebelde, qué es lo que hacías? Pues respóndeles: Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la Casa de Israel que vive allí.
Di: Soy señal para vosotros: lo que yo he hecho lo tendrán que hacer ellos.
Irán cautivos al destierro.
El Príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el hatillo, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad, y se tapará la cara para que no lo reconozcan.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 77, 56-57. 58-59. 61-62;
V/. No olvidéis las acciones de Dios.
R/. No olvidéis las acciones de Dios.


V/. Tentaron a Dios Altísimo y se rebelaron, negándose a guardar sus preceptos: desertaron y traicionaron como sus padres, fallaron como un arco engañoso. R/.


V/. Con sus altozanos lo irritaban, con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó, y rechazó totalmente a Israel. R/.


V/. Abandonó sus valientes al cautiverio, su orgullo, a las manos enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad. R/.




EVANGELIO
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 21-19, 1

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos.
Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.
El Señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste.
¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Palabra del Señor. 

sábado, 6 de agosto de 2022

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti
Lectura del libro de la Sabiduría 18, 6-9
La noche de la liberación se les anunció de antemano a nuestros padres, para que tuvieran ánimo, al conocer con certeza la promesa de que se fiaban.
Tu pueblo esperaba ya la salvación de los inocentes y la perdición de los culpables, pues con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti.
Los hijos piadosos de un pueblo justo ofrecían sacrificios a escondidas y, de común acuerdo, se imponían esta ley sagrada: que todos los santos serían solidarios en los peligros y en los bienes; y empezaron a entonar los himnos tradicionales.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 32, 1 y 12. 18-19. 20 y 22 (R.: l2b)
R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. R.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R.

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R.


SEGUNDA LECTURA
Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios
Lectura de la carta a los Hebreos 11, 1-2. 8-19
Hermanos:
La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve.
Por su fe, son recordados los antiguos.
Por fe, obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba.
Por fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas— y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa—, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.
Por fe, también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía.
Y así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.
Con fe murieron todos éstos, sin haber recibido lo prometido; pero viéndolo y saludándolo de lejos, confesando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra.
Es claro que los que así hablan están buscando una patria; pues, si añoraban la patria de donde habían salido, estaban a tiempo para volver.
Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo.
Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad.
Por fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; y era su hijo único lo que ofrecía,
el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: «Isaac continuará tu descendencia.»
Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para hacer resucitar muertos.
Y así, recobró a Isaac como figura del futuro.
Palabra de Dios.

O bien más breve:
Lectura de la carta a los Hebreos 11, 1-2. 8-12
Hermanos:
La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve.
Por su fe, son recordados los antiguos.
Por fe, obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba.
Por fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas —y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa—, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.
Por fe, también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía.
Y así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 24, 42a y 44
Estad en vela y preparados, porque a la hora que menos pensáis viene el Hijo del hombre.

EVANGELIO
Estad preparados
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 32-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.
Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón.
Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.
Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Pedro le preguntó:
—«Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió:
—«¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?
Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.
El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió más se le exigirá.»
Palabra del Señor.

O bien más breve.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 35-40
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.
Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.

6 de agosto LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR Fiesta (hasta la hora nona)

PRIMERA LECTURA
Su vestido era blanco como nieve

Lectura de la profecía de Daniel 7, 9-10. 13-14

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.
Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 5-6. 9 (R.: 1a y 9a)
R. El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra.


El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. R.


Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R.


Porque tú eres, Señor, altísimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses. R.



SEGUNDA LECTURA
Esta voz del cielo la oímos nosotros

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro 1, 16-19

Queridos hermanos:
Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.
Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto.» Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada.
Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 17, 5c
Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.


EVANGELIO
Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
-«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
-«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor.


viernes, 5 de agosto de 2022

VIERNES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA


PRIMERA LECTURA
¡Ay de la ciudad sangrienta!
Lectura del Profeta Nahum 1, 15; 2, 2; 3, 1-3. 6-7
Mirad sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá; cumple tus votos, porque «Sin-provecho» no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado.
Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; le habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos.
Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos.
¡Escuchad! : látigos, estrépito de ruedas, caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres.
Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso.
Quien te vea, se apartará de ti, diciendo: Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá? , ¿dónde encontrar quien te consuele?
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Deut 32, 35cd-36ab. 39abcd. 41
V/. Yo doy la muerte y la vida.
R/. Yo doy la muerte y la vida.

V/. El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura.
Porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R/.

V/. Pero ahora mirad: Yo, soy yo, y no hay otro fuera de mí: yo doy la muerte y la vida, yo desgarro y yo curo. R/.

V/. Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mi mano la justicia, haré venganza del enemigo y daré su paga al adversario. R/.


EVANGELIO
¿Qué podrá dar un hombre para recobrar su vida?

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16, 24-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del Hombre con majestad.

Palabra del Señor. 

jueves, 4 de agosto de 2022

4 de agosto SAN JUAN MARÍA VIANNEY, presbítero, memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Haré una alianza nueva, y no recordaré sus pecados
Lectura del Profeta Jeremías 31, 31-34
Mirad que llegan días—oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva.
No como la que hice con vuestros padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: Ellos, aunque yo era su Señor, quebrantaron mi alianza; —oráculo del Señor—.
Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días—oráculo del Señor—: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: Reconoce al Señor.
Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande —oráculo del Señor— cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofrecieran un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. R/.


EVANGELIO
Tu eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos
 +Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor.

martes, 2 de agosto de 2022

MARTES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob

Lectura del Profeta Jeremías 30, 1-2. 12-15. 18-22

Palabra que recibió Jeremías del Señor: Así dice el Señor Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que he dicho.
Porque así dice el Señor: Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida.
Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados.
¿Por qué gritas por tu herida ? Tu llaga es incurable: por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así.
Así dice el Señor: Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto.
De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría.
Los multiplicaré y no disminuirán, los honraré y no serán despreciados.
Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores.
Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí ? —oráculo del Señor—.
Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23
V/. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
R/. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.

V/. Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión y aparezca su gloria, y se vuelva a la súplica de los indefensos y no desprecie sus peticiones. R/.

V/. Quede esto escrito para generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor; Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar los condenados a muerte. R/.

V/. Los hijos de tus siervos vivirán seguros, su linaje durará en tu presencia, para anunciar en Sión el nombre del Señor, y su alabanza en Jerusalén; cuando se reúnan unánimes los pueblos y los reyes, para dar culto al Señor. R/.


EVANGELIO
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 22-36

Después que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar.
Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua.
Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
El le dijo: Ven.
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame.
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos.
Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaron quedaron curados.
Palabra del Señor.