lunes, 29 de agosto de 2022

29 Agosto. MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA, memoria obligatoria

 PRIMERA LECTURA
Os he anunciado el testimonio de Cristo crucificado
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 2, 1-5

Hermanos: Cuando vine a vosotros a anunciaros el testimonio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Me presenté a vosotros débil y temeroso; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios


Salmo responsorial Sal 118, 97. 98. 99. 100. 101. 102.
V/. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!
R/. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

V/. Cuánto amo tu voluntad: todo el día la estoy meditando. R/.

V/. Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos, siempre me acompaña. R/.

V/. Soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. R/.

V/. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes. R/.

V/. Aparto mi pie de toda senda mala, para guardar tu palabra. R/.

V/. No me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.


EVANGELIO
Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró:
-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre:
-«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
-«La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor.

jueves, 25 de agosto de 2022

JUEVES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Por él habéis sido enriquecidos en todo
Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 1-9
Yo Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes nuestro hermano escribimos a la iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro y de ellos.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús.
Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el tribunal de Jesucristo Señor nuestro.
Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro.
¡Y él es fiel!
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7
V/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.
R/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.

V/. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R/.

V/. Una generación pondera tus obras a otra y le cuenta tus hazañas; alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R/.

V/. Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad y aclaman tus victorias. R/.


EVANGELIO
Estad preparados
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.
¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así.
Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Palabra del Señor.

jueves, 18 de agosto de 2022

VIERNES DE LA DECIMONOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Tomé a vuestro padre del otro lado del río; os saqué de Egipto; os di una tierra
Lectura del libro de Josué 24, 1-13
En aquellos días, Josué reunió todas las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos, a los jefes, a los jueces y a los magistrados para que se presentasen ante Dios.
Josué dijo a todo el pueblo: —Así dice el Señor Dios de Israel: «Al otro lado del río Eúfrates vivieron antaño vuestros padres: Téraj, padre de Abrahán y de Najor, sirviendo a otros dioses.
Tomé a Abrahán vuestro padre del otro lado del río, lo conduje por todo el país de Canaán y multipliqué su descendencia, dándole a Isaac.
A Isaac le di Jacob y Esaú.
A Esaú le di en propiedad la montaña de Seir, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.
Envié a Moisés y Aarón para castigar a Egipto con los portentos que hice, y después os saqué de allí.
Saqué de Egipto a vuestros padres, y llegasteis al mar.
Los egipcios persiguieron a vuestros padres con caballería y carros hasta el Mar Rojo; pero gritaron al Señor, y él puso una nube oscura entre vosotros y los egipcios; después desplomó sobre ellos el mar, anegándolos.
Vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto.
Después vivisteis en el desierto muchos años.
Os llevé al país de los amorreos que vivían en Transjordania: os atacaron, y os los entregué.
Tomasteis posesión de sus tierras, y yo los exterminé ante vosotros.
Entonces Balac hijo de Sipor, rey de Moab, atacó a Israel; mandó llamar a Balaán hijo de Beor, para que os maldijera; pero yo no quise oír a Balaán, que no tuvo más remedio que bendeciros, y os libré de sus manos.
Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó.
Los jefes de Jericó, los amorreos, fereceos, cananeos, hititas, guirgaseos, heveos y jebuseos os atacaron, pero yo os los entregué; mandé pánico ante vosotros, y expulsasteis a los dos reyes amorreos, no con vuestra espada ni con vuestro arco.
Y os di una tierra por la que no habíais sudado, ciudades que no habíais construido y en las que ahora vivís, viñedos y olivares que no habíais plantado y de los que ahora coméis.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 135, 1. 3. 16. 18. 21. 22. 24
V/. Dad gracias al Señor, porque es bueno, .
R/. Porque es eterna su misericordia.
V/. Dad gracias al Dios de los dioses. R/.
V/. Dad gracias al Señor de los señores. R/.
V/. Guió por el desierto a su pueblo. R/.
V/. El hirió a reyes famosos. R/.
V/. Dio muerte a reyes poderosos. R/.
V/. Les dio su tierra en heredad. R/.
V/. En heredad a Israel, su siervo. R/.
V/. Y nos libró de nuestros opresores. R/.

EVANGELIO
Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 3-12

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo? El les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne» ? De modo que ya no son dos sino una sola carne.
Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.
Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse? El le contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así.
Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer ─no hablo de prostitución─ y se casa con otra comete adulterio.
Los discípulos le replicaron: Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.
Pero él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos.
El que pueda con esto, que lo haga.

Palabra del Señor.

jueves, 11 de agosto de 2022

JUEVES DE LA DECIMONOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Emigra a la luz del día, a la vista de todos

Lectura del Profeta Ezequiel 12, 1-12

Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, vives en la Casa Rebelde:
tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen, pues son Casa Rebelde.
Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro, y emigra a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro lugar, a ver si lo ven; pues son Casa Rebelde.
Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos; y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro.
A la vista de todos abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar.
Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos, sácalo en la oscuridad; tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la Casa de Israel.
Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad, me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos.
A la mañana siguiente me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la Casa de Israel, la Casa Rebelde, qué es lo que hacías? Pues respóndeles: Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la Casa de Israel que vive allí.
Di: Soy señal para vosotros: lo que yo he hecho lo tendrán que hacer ellos.
Irán cautivos al destierro.
El Príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el hatillo, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad, y se tapará la cara para que no lo reconozcan.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 77, 56-57. 58-59. 61-62;
V/. No olvidéis las acciones de Dios.
R/. No olvidéis las acciones de Dios.


V/. Tentaron a Dios Altísimo y se rebelaron, negándose a guardar sus preceptos: desertaron y traicionaron como sus padres, fallaron como un arco engañoso. R/.


V/. Con sus altozanos lo irritaban, con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó, y rechazó totalmente a Israel. R/.


V/. Abandonó sus valientes al cautiverio, su orgullo, a las manos enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad. R/.




EVANGELIO
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 21-19, 1

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos.
Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.
El Señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste.
¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Palabra del Señor. 

viernes, 5 de agosto de 2022

VIERNES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA


PRIMERA LECTURA
¡Ay de la ciudad sangrienta!
Lectura del Profeta Nahum 1, 15; 2, 2; 3, 1-3. 6-7
Mirad sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá; cumple tus votos, porque «Sin-provecho» no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado.
Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; le habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos.
Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos.
¡Escuchad! : látigos, estrépito de ruedas, caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres.
Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso.
Quien te vea, se apartará de ti, diciendo: Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá? , ¿dónde encontrar quien te consuele?
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Deut 32, 35cd-36ab. 39abcd. 41
V/. Yo doy la muerte y la vida.
R/. Yo doy la muerte y la vida.

V/. El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura.
Porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R/.

V/. Pero ahora mirad: Yo, soy yo, y no hay otro fuera de mí: yo doy la muerte y la vida, yo desgarro y yo curo. R/.

V/. Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mi mano la justicia, haré venganza del enemigo y daré su paga al adversario. R/.


EVANGELIO
¿Qué podrá dar un hombre para recobrar su vida?

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16, 24-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del Hombre con majestad.

Palabra del Señor. 

jueves, 4 de agosto de 2022

4 de agosto SAN JUAN MARÍA VIANNEY, presbítero, memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Haré una alianza nueva, y no recordaré sus pecados
Lectura del Profeta Jeremías 31, 31-34
Mirad que llegan días—oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva.
No como la que hice con vuestros padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: Ellos, aunque yo era su Señor, quebrantaron mi alianza; —oráculo del Señor—.
Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días—oráculo del Señor—: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: Reconoce al Señor.
Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande —oráculo del Señor— cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofrecieran un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. R/.


EVANGELIO
Tu eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos
 +Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor.

martes, 2 de agosto de 2022

MARTES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob

Lectura del Profeta Jeremías 30, 1-2. 12-15. 18-22

Palabra que recibió Jeremías del Señor: Así dice el Señor Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que he dicho.
Porque así dice el Señor: Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida.
Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados.
¿Por qué gritas por tu herida ? Tu llaga es incurable: por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así.
Así dice el Señor: Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto.
De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría.
Los multiplicaré y no disminuirán, los honraré y no serán despreciados.
Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores.
Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí ? —oráculo del Señor—.
Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23
V/. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
R/. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.

V/. Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión y aparezca su gloria, y se vuelva a la súplica de los indefensos y no desprecie sus peticiones. R/.

V/. Quede esto escrito para generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor; Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar los condenados a muerte. R/.

V/. Los hijos de tus siervos vivirán seguros, su linaje durará en tu presencia, para anunciar en Sión el nombre del Señor, y su alabanza en Jerusalén; cuando se reúnan unánimes los pueblos y los reyes, para dar culto al Señor. R/.


EVANGELIO
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 22-36

Después que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar.
Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua.
Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
El le dijo: Ven.
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame.
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos.
Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaron quedaron curados.
Palabra del Señor.