PRIMERA LECTURA
Se elevó a la vista de ellos
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo, y: enseñando hasta el día, en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos les recomendó:
—No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.
Ellos lo rodearon preguntándole:
—Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?
Jesús contestó:
—No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo.
Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndole irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
—Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9
V/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas. (o, Aleluya).
R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.
V/. Pueblos todos batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.
R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.
V/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas; tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad.
R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.
V/. Porque Dios es el rey del mundo; tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.
R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.
SEGUNDA LECTURA
Lo sentó a su derecha en el cielo
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos :
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo, en todos.
Palabra de Dios
Aleluya Mt 28, 19 y 20
Aleluya, aleluya.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, dice el Señor.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Aleluya.
EVANGELIO
Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra
+Final del santo Evangelio según San Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
—Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Palabra del Señor.
sábado, 31 de mayo de 2014
viernes, 30 de mayo de 2014
VIERNES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA
PRIMERA LECTURA
Muchos de esta ciudad son pueblo mío
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 9-18
Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:
—«No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío.»
Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios.
Pero, siendo Gallón procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron:
—«Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley.»
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Gallón dijo a los judíos:
—«Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, seria razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, arreglaos vosotros. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos.»
Y ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Gallón no hizo caso.
Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3. 4-5. 6-7 (R/.: 8a)
R/. Dios es el rey del mundo.
O bien:
Aleluya.
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. R/.
Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. R/.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Aleluya Lc 24, 26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos, para entrar en su gloria.
EVANGELIO
Nadie os quitará vuestra alegría
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 20-23a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le
ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»
Palabra del Señor.
Muchos de esta ciudad son pueblo mío
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 9-18
Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:
—«No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío.»
Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios.
Pero, siendo Gallón procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron:
—«Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley.»
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Gallón dijo a los judíos:
—«Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, seria razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, arreglaos vosotros. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos.»
Y ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Gallón no hizo caso.
Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3. 4-5. 6-7 (R/.: 8a)
R/. Dios es el rey del mundo.
O bien:
Aleluya.
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. R/.
Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. R/.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Aleluya Lc 24, 26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos, para entrar en su gloria.
EVANGELIO
Nadie os quitará vuestra alegría
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 20-23a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le
ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»
Palabra del Señor.
jueves, 29 de mayo de 2014
JUEVES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA
En los lugares donde la celebración de la Ascensión del Señor se traslada al séptimo domingo de Pascua, hoy se leen las siguientes lecturas:
PRIMERA LECTURA
Se quedó a trabajar en su casa. Todos los sábados discutía en la sinagoga
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 1-8
En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacia poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que Jesús es el Mesías.
Como ellos se oponían y respondían con insultos, Pablo se sacudió la ropa y les dijo:
—«Vosotros sois responsables de lo que os ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los gentiles.»
Se marcho de allí y se fue a casa de Ticio Justo, hombre temeroso de Dios, que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se bautizaban.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 (R/.: cf. 2d)
R/. El Señor revela a las naciones su victoria.
O bien:
Aleluya
.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R/.
Aleluya Jn 14, 18
No os dejaré huérfanos —dice el Señor—; me voy y vuelvo a vuestro lado, y se alegrará vuestro corazón.
EVANGELIO
Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 16-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.»
Comentaron entonces algunos discípulos:
—«¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?»
Y se preguntaban:
—«¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice.»
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
—«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»
Palabra del Señor.
miércoles, 28 de mayo de 2014
SAN GERMÁN, Obispo y Confesor
28 de Mayo
SAN GERMÁN,(*)
Obispo y Confesor
SAN GERMÁN,(*)
Obispo y Confesor
Era peregrino, y me hospedasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisión, y vinisteis a Mí.
(Mateo, 25, 35-36).
estaba desnudo, y me vestisteis;
estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisión, y vinisteis a Mí.
(Mateo, 25, 35-36).
San Germán, obispo de París, tenía tanta
compasión por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberación de
los hombres, pedíala a Dios y rompía sus cadenas mediante sus plegarias. Su
casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes
servía de padre. Siempre tenía varios pobres a su mesa, donde nada veíase que
no fuese simple y frugal. Fue advertido del día de su muerte y lo hizo escribir
en la cabecera de su lecho. Puesto que tú no sabes el día de la tuya, piensa en
ella todos los días.
I. Estás obligado a hacer obras de
misericordia: no es sólo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que
te impone; y si no lo observas, no hay paraíso para ti. En el día del juicio,
te salvarás por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarás por
haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehúsas a tu prójimo, a
Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehúsas. Da poco para recibir mucho,
da un pedazo de pan para recibir el paraíso. (San Pedro Crisólgo).
II. Da ropa a los pobres que carecen de ella;
tú estás cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso
para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los
pobres, y ayúdalos cuanto puedas. Vete a las cárceles, ocúpate de los
desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas
piedad; si son culpables, acaso tú lo seas más que ellos. Si hubiera de
encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no
seria más que una dilatada prisión.
III. Si tu pobreza no te permite asistir
con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una caridad espiritual:
visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el
que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin,
graba bien en tu espíritu este pensamiento: Espera en vano misericordia
aquél que, a su vez, no usó de misericordia. (San Pedro Crisólogo).
La práctica de las obras de misericordia
Orad por los prisioneros.
Orad por los prisioneros.
ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente, que la
augusta solemnidad del bienaventurado Germán, vuestro confesor y pontífice,
aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J.
C. N. S. Amén.
- * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
MIÉRCOLES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA
PRIMERA LECTURA
Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 17, 15. 22 -- 18, 1
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
—«Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido."
Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para
que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios.
Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya."
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos.»
Al oír «resurrección de muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron:
—«De esto te oiremos hablar en otra ocasión.»
Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 148, 1-2. 11-12. 13. 14
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
O bien:
Aleluya.
Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto. Alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos. R/.
Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R/.
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.
Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R/.
Aleluya Jn 14,16
Le pediré al Padre que os dé otro Defensor, que esté siempre con vosotros.
EVANGELIO
El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.»
Palabra del Señor.
Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 17, 15. 22 -- 18, 1
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
—«Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido."
Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para
que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios.
Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya."
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos.»
Al oír «resurrección de muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron:
—«De esto te oiremos hablar en otra ocasión.»
Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 148, 1-2. 11-12. 13. 14
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
O bien:
Aleluya.
Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto. Alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos. R/.
Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R/.
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.
Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R/.
Aleluya Jn 14,16
Le pediré al Padre que os dé otro Defensor, que esté siempre con vosotros.
EVANGELIO
El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.»
Palabra del Señor.
martes, 27 de mayo de 2014
MARTES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA
PRIMERA LECTURA
Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 22-34
En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos:
—«No te hagas nada, que estamos todos aquí.»
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los saco y les pregunto:
—«Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?»
Le contestaron:
—«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.»
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevo a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial. Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8 (R/.: 7c)
R/. Señor, tu derecha me salva.
O bien:
Aleluya.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R/.
Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/.
Aleluya Jn 16, 7. 13
Os enviaré el Espíritu de la verdad —dice el Señor—; él os enseñará la verdad plena.
EVANGELIO
Si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»
Palabra del Señor.
Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 22-34
En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos:
—«No te hagas nada, que estamos todos aquí.»
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los saco y les pregunto:
—«Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?»
Le contestaron:
—«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.»
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevo a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial. Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8 (R/.: 7c)
R/. Señor, tu derecha me salva.
O bien:
Aleluya.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R/.
Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/.
Aleluya Jn 16, 7. 13
Os enviaré el Espíritu de la verdad —dice el Señor—; él os enseñará la verdad plena.
EVANGELIO
Si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»
Palabra del Señor.
lunes, 26 de mayo de 2014
LUNES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA
PRIMERA LECTURA
El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 11-15
En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con
las mujeres que hablan acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
—«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa.»
Y nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R/.: 4a)
R/. El Señor ama a su pueblo.
O bien:
Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y citaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
Aleluya Jn 15, 26b. 27a
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi
—dice el Señor—;
y también vosotros daréis testimonio.
EVANGELIO
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi
+Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 26-16, 4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Palabra del Señor.
El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 11-15
En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con
las mujeres que hablan acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
—«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa.»
Y nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R/.: 4a)
R/. El Señor ama a su pueblo.
O bien:
Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y citaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
Aleluya Jn 15, 26b. 27a
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi
—dice el Señor—;
y también vosotros daréis testimonio.
EVANGELIO
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi
+Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 26-16, 4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Palabra del Señor.
domingo, 25 de mayo de 2014
SAN BEDA, Confesor
25 de Mayo
SAN BEDA,
Confesor
SAN BEDA,
Confesor
Si alguno me ama, observará mi palabra,
lo amará, y vendremos a él,
y haremos en él nuestra morada.
(Juan, 14, 23).
(Juan, 14, 23).
San Beda, apodado el Venerable, desde la
edad de siete años fue confiado a San Benito Biscopio para que él lo educara.
Fuera del tiempo del Oficio divino, plúgole siempre estudiar, enseñar o
escribir, dedicándose sobre todo a la composición de comentarios sobre las
Sagradas Escrituras. El día de su muerte, el niño que le servía de secretario
le recordó que aún le faltaba componer una frase para acabar su tratado sobre
el Evangelio de San Juan. Dictóla el santo y, terminada su obra, recitando el Gloria Patri expiró. Corría el año 735.
I. No leas libros malos, ni siquiera
inútiles; éstos hacen perder el tiempo, aquellos inspiran impiedad o impureza.
Quieres aprender de ellos a hablar bien, y aprendes a vivir mal. Muchos libros
hay en los que aprenderás la ciencia y el talento unidos a la virtud. ¿No los
lees? Un mal libro es un tentador continuo, un demonio doméstico; échalo de tu
casa; de lo contrario él echará de ella la virtud.
II. Lee la vida de los santos; al decirte
lo que ellos han hecho, te enseñarán lo que tú debes hacer. Te desafío a leer
la vida de un santo sin experimentar el deseo de llegar a ser tú mismo un
santo. En fin, no dejes pasar ningún día sin hacer alguna lectura espiritual:
es el alimento de tu alma; hablas a Dios en la oración. Él te habla en la
lectura espiritual: escúchalo, y pon de inmediato en práctica lo que hayas
leído. Que tus lecturas o tus oraciones sean continuas; ora
dirígete a Dios, ora escucha su palabra. (San Cipriano).
III. Lee a menudo en el libro de tu
conciencia. Todos los otros libros serán inútiles si no conoces éste. Estudia
tus inclinaciones, tus defectos, conócete a ti mismo. Este libro será abierto
el día del juicio; ¿podrás darlo a conocer sin temor? ¡Cuán pocos hay que se
conozcan a sí mismos! Mira en el examen de cada día, y en el examen
preparatorio a la confesión, las faltas que has cometido; trae a tu memoria los
años transcurridos, y borra con tus lágrimas los pecados escritos en este libro
de tu conciencia, no sea que se lo condene a ser quemado. Levántate contra ti mismo en el
tribunal de tu conciencia. (San Agustín).
La lectura espiritual
Orad por vuestros enemigos.
Orad por vuestros enemigos.
ORACIÓN
Oh Dios, que ilustráis a vuestra Iglesia
por la ciencia del bienaventurado Beda, vuestro confesor y doctor, conceded a
vuestros servidores ser siempre ilustrados por sus méritos. Por J. C. N. S.
Amén.
GREGORIO VII, Papa y Confesor
25 de Mayo
GREGORIO VII,
Papa y Confesor
GREGORIO VII,
Papa y Confesor
Sufro por Jesucristo hasta estar en cadenas como un criminal,
pero la palabra de Dios no está encadenada.(2 Timoteo, 2, 9).
pero la palabra de Dios no está encadenada.(2 Timoteo, 2, 9).
Este
Papa fue poderoso en obras y en palabras. Con tanto celo trabajó en el
restablecimiento de la disciplina eclesiástica, en la propagación de la fe, en
la extirpación de los errores y abusos, que puede decirse que ningún Papa,
desde los tiempos apostólicos, soportó más penurias y tribulaciones por el
bien de la Iglesia, y combatió más valientemente por su libertad. Como muro
de acero opúsose a las sacrílegas pretensiones del emperador Enrique IV. Sitió
éste a Roma y forzó al Santo Pontífice a refugiarse en Montecasino primero
y, después, en Salerno, donde sucumbió al exceso de sus fatigas, el 25 de
mayo de 1085. Antes de expirar, pronunció las palabras del Salmista: "He
amado la justicia y he odiado la iniquidad"; y agregó: "por ello
muero en el exilio".
I.
Nuestro cuerpo es la prisión de nuestra alma; las cadenas, de que está cargada
en esta prisión, le impiden elevarse hasta Dios. El Rey David y el Apóstol
de los gentiles dolíanse de esta cautividad. Y tú, oh hombre, amas esta prisión y temes la libertad. ¡Ah! si
conocieses la dicha que se gusta en el cielo en la libertad de los hijos de
Dios, pedirías al Señor que rompa tus cadenas. ¡Habitantes del cielo, cuán
felices sois por haber dejado esta prisión para ir a habitar un palacio de luz!
II. Nuestras cadenas son nuestras pasiones,
nuestra concupiscencia, nuestros deseos y nuestros odios; ello es lo que nos ata
a la tierra y nos impide elevarnos hasta Dios. ¡Señor, romped mis cadenas,
desasidme de las creaturas, y entonces comenzaré ya desde esta vida el
sacrificio de alabanza que debo continuar durante la eternidad! El primer
grado de la libertad, es no ser esclavo de las pasiones. (San Agustín).
III. Estamos, todos, condenados a muerte y sólo por ésta saldremos de nuestra prisión terrenal; es una sentencia que se
ejecuta en seguida en algunos y después en otros. Tu cuerpo se consume, tus
ojos se debilitan, tus cabellos encanecen... ¿Qué significa eso, si no que
tu prisión se desmorona, que pronto tu alma encontrará salida para obtener
la libertad? Tiembla, pues, pecador, porque saldrás de esta cautividad para
entrar en el infierno. Regocijaos, almas
justas; saldréis de la prisión para ascender a un trono. Que lo
queramos o no, avanzamos cada día, cada
instante, hacia nuestro destino (San Gregorio).
La constancia en las tribulaciones
Orad por los
que
son perseguidos.
ORACIÓN
Oh Dios, fortaleza
de los que en Vos esperan, que habéis revestido al bienaventurado Gregario,
vuestro Pontífice, de constancia inquebrantable para la defensa de la
libertad de la Iglesia, concedednos, por su ejemplo e intercesión, la
gracia de superar valientemente los obstáculos que se oponen a nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.
sábado, 24 de mayo de 2014
SEXTO DOMINGO DE PASCUA
PRIMERA LECTURA
Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20
V/. Aclamad al Señor, tierra entera. (o, Aleluya ).
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «Qué temibles son tus obras.»
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Fieles de Dios, venid a escuchar;
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
SEGUNDA LECTURA
Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18
Hermanos:
Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.
Palabra de Dios
Aleluya Jn 14, 23
Si no se canta, puede omitirse
Aleluya, aleluya.
Si alguno me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—, y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya.
EVANGELIO
Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor
+Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
Palabra del Señor.
Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20
V/. Aclamad al Señor, tierra entera. (o, Aleluya ).
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «Qué temibles son tus obras.»
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Fieles de Dios, venid a escuchar;
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
SEGUNDA LECTURA
Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18
Hermanos:
Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.
Palabra de Dios
Aleluya Jn 14, 23
Si no se canta, puede omitirse
Aleluya, aleluya.
Si alguno me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—, y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya.
EVANGELIO
Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor
+Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
Palabra del Señor.
SAN VICENTE DE LERINS, Confesor
24 de Mayo
SAN VICENTE DE LERINS,
Confesor
SAN VICENTE DE LERINS,
Confesor
San Vicente de Lerins, cuyo nombre
aparece en el martirologio este día, es uno de los escritores más importantes
del siglo V. Hermano de San Lupo, obispo de Troyes, le siguió hasta el
monasterio famoso que San Honorato acababa de fundar en la isla de Lerins.
Desde allí seguía atentamente las controversias dogmáticas que agitaban a las
iglesias, y su deseo de ofrecer un guía a los cristianos le impulsó a escribir
su libro famoso, el Commonitorio.
En esta obra áurea es donde encontramos aquella regla de fe, según la cual, en
la Iglesia hay que cuidar de adherirse a aquello que ha sido creído siempre por
todos y en todas partes: quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum
est. Se poseen escasos datos sobre su vida; sólo los de una breve noticia
que le dedica el marsellés Genadio (De viris illustribus, 64; PL
58,1097-98) y los que se desprenden de su obra más importante ya mencionada: el
Commonitorio.
Era de origen francés, aunque se ignora el lugar de su nacimiento y dónde
pasó su vida, solamente que, se hizo religioso una vez «ahuyentados los vientos
de la vanidad y de la soberbia, aplacando a Dios con el sacrificio de la
humildad cristiana». ¿Tuvo un pasado borrascoso, como parece deducirse de
cierta alusión que hace en uno de sus libros? No es seguro, posiblemente el
énfasis que pone en sus palabras hay que cargarlo a cuenta de la severidad con
que los santos acostumbran a juzgarse a sí mismos.
Lo que sí es indudable es que fue un
hombre muy docto en las Escrituras y en los dogmas y con profundos
conocimientos de las letras clásicas. Sacerdote en el monasterio de la isla de
Leríns (llamada hoy de San Honorato), con el seudónimo de Peregrino compuso un
tratado contra los herejes. Genadio narra también que es autor de otra obra de
tema análogo, cuyo manuscrito fue robado, por lo que elaboró un breve resumen,
que sí se conserva. Murió en el reinado de Teodosio y Valentiniano, poco antes
del 450. El Commonitorio
está escrito tres años después del Conc. de Efeso, es decir, el año 434.
Sólo dos obras se le atribuyen con
certeza: El Commonitorium primum, cuyo título más antiguo
es De Peregrino en favor de la antigüedad y universalidad de la fe
católica contra las profanas novedades de todos los herejes, y
el Commonitorium secundum, recapitulación del libro que
fue robado. Se le atribuye también una otra titulada Objectiones
lerinianae, cuyo contenido conserva Próspero de Aquitania (Pro
Augustino responsiones al capitula objectionum vincentianarum: PL
51,177-186), y un florilegio de frases de San Agustín concernientes a los
misterios de la Santísima Trinidad y de la Encarnación, que conserva el Cod.
151 de Ripoll bajo el siguiente título: Excerpta sanctae memoriae
Vincentii lirinensis insulae presbyteri ex universo beatae recordationis
Augustini in unum collecta.
Se cree que murió en el año 450.
SÁBADO QUINTA SEMANA PASCUA
PRIMERA LECTURA
Ven a Macedonia y ayúdanos
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 1-10
En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Habla allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego.
Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas.
Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: «Ven a Macedonia y ayúdanos.»
Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 99, 1-2. 3. 5 (R/.: 1)
R/. Aclama al Señor, tierra entera.
O bien:
Aleluya
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R/.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R/.
Aleluya Col 3,1
Ya que habéis resucitado con Cristo,
buscad los bienes de allá arriba,
donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios.
EVANGELIO
No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo
+Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra."
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.
viernes, 23 de mayo de 2014
APARICIÓN DE SANTIAGO APÓSTOL
23 de Mayo
APARICIÓN DE
SANTIAGO APÓSTOL(*)
APARICIÓN DE
SANTIAGO APÓSTOL(*)
Entre los innumerables y señalados beneficios que
ha recibido España de su bienaventurado apóstol y defensor Santiago, es digno
de eterna recordación y agradecimiento el que alcanzó en Clavijo. Porque
dominando aún en España los sarracenos y oprimiendo a los pueblos cristianos
con graves y deshonrosos tributos, el rey Rainiro, que había subido al trono de
León, rechazó sus injuriosas demandas y procuró con toda sus fuerzas
enflaquecer el poder de los moros y librar a nuestra patria de aquella tan dura
servidumbre. Hizo pues un llamamiento general a las armas, y juntando un
poderoso ejército se entró en las tierras de los enemigos. Abderramán lleno
de coraje, llamó en su auxilio hasta las tropas africanas, para salir a su vez
al encuentro de los cristianos. Encontráronse los ejércitos cerca de Avelda y
en aquella comarca se dio la batalla de poder a poder, y pelearon con dudoso
suceso, hasta que cerrando la noche, mandó don Ramiro re tirar sus tropas
cansadas y destrozadas al vecino collado llamado Clavijo, donde se fortificó lo
mejor que pudo e hizo curar a los heridos. El rey, oprimido de tristeza y de
cuidado, se quedó adormecido, y entre sueños se le apareció un varón
celestial de gran majestad y grandeza, y preguntándole el rey quién era:
"soy, respondió, Santiago Apóstol, a quien ha con fiado Dios la
protección de España. ¡Buen ánimo! mañana te ayudaré y alcanzarás ilustre
victoria de tus enemigos". Despertó el rey con esta visión y dio cuentas
de ella a los obispos que seguían su campo y a los capitanes del ejército; y
al amanecer, dada la señal del combate, bajaron las huestes españolas del
monte; y como bravos leones se arrojaron sobre los bárbaros, invocando el
nombre de Santiago. Asombráronse los sarracenos al ver el ímpetu y valor con
que los acometían unos enemigos a quienes contaban por vencidos, y creció más
su confusión con los favores que nos vinieron del cielo. Porque Santiago,
cumpliendo la palabra que había dado al rey, se dejó ver en el aire, cercado
de una luz resplandeciente, que a los cristianos infundía grande confianza y
fortaleza, y a los moros terror y espanto. Venía el santo Apóstol montado en
un blanco corce1 en una mano traía un estandarte blanco en medio del cual
campeaba una cruz roja, y con la otra mano blandía una espada fulminante que
parecía un rayo. Capitaneando así nuestra gente se alcanzó la más ilustre
victoria. Unos setenta mil sarracenos cayeron muertos en el campo, quedando
humillada desde aquel día la soberbia de los moros, y España libre del
ignominioso tributo.
REFLEXIÓN
Desde este tiempo comenzaron los
soldados españoles a invocar en las guerras al glorioso apóstol como a su
valeroso y singular defensor, lo cual hacen en todas las batallas, y la señal
para acometer y cerrar con el enemigo, hecha oración y la señal de la cruz, es
invocar al santo y decir: "¡Santiago, cierra España!" Y por este
singular patrocinio del santo apóstol han tenido felicísimas sucesos y acabado
cosas tan extrañas y heroicas que humanamente no parece que se podían hacer.
Invoquemos también nosotros al santo para que nos defienda de nuestros enemigos
visibles e in visibles y especialmente de los demonios y hombres diabólicos que
causan la perdición temporal y eterna de los hombres.
ORACIÓN
¡Oh gloriosa Santa Rita de Casia! Con el alma
llena de confianza por los continuos favores que alcanzas del cielo, en bien de
tus fieles devotos, vengo hoy a tu presencia, a rogarte que intercedas con tu
Amado Esposo y Redentor del mundo, a fin de que oiga benigno lo que solicito de
su gran poder e infinita misericordia. A ti, que recibiste en el transcurso de
tu larga y santa vida, tantas y tan repetidas muestras de ser un alma
privilegiada de su Amor, te atenderá bondadoso, si le ruegas por mí con ese
ardiente fervor que siempre te animaba cuando te postrabas a orar a los pies del
santo Crucifijo. Por J. C. N. S. Amén.
* Flos Sanctorum de
la Familia Cristiana, P Francisco De Paula Morell, S. J., Ed. Difusión, S. A.,
Buenos Aires, 1943.
VIERNES QUINTA SEMANA PASCUA
PRIMERA LECTURA
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros,
no imponeros más cargas que las indispensables
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 22-31
En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas
Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta:
«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.
Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»
Los despidieron, y ellos bajaron a Antioquía, donde reunieron a la Iglesia y entregaron la carta. Al leer aquellas palabras alentadoras, se alegraron mucho.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 56, 8-9. 10-12 (R/.: 10a)
R/. Te daré gracias ante los pueblos, Señor.
O bien:
Aleluya.
Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria mía; despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. R/.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. R/.
Aleluya Jn 15, 15b
A vosotros os llamo amigos —dice el Señor—, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
EVANGELIO
Esto os mando: que os améis unos a otros
+Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 12-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»
Palabra del Señor.
jueves, 22 de mayo de 2014
SANTA RITA DE CASIA, Viuda
22 de Mayo
SANTA RITA DE CASIA,(*)
Viuda
SANTA RITA DE CASIA,(*)
Viuda
"¿Quién eres Tú, Señor?"
Pregunta acuciante y angustiosa que nos
hacemos muchas veces en la vida ante el roce de Dios. Porque, como dice Müller,
"Dios es, en verdad, nuestro único tú en el cielo y en la tierra".
Nos hacemos esa pregunta siempre que Él
se cruza con nosotros y tenemos la sensación de lo trascendente sobre nuestra
pobre barraca humana. Entonces la presencia de Dios "se hace carne y
habita entre nosotros". Como niños medrosos en la noche clamamos:
"¿Quién eres Tú, Señor?", sin atrevernos a creer que es Él quien se
ha metido de rondón en nuestras vidas. Dios mismo asiste emocionado a nuestro
asombro y se cumplen aquellas palabras de Martín Descalzo en uno de sus poemas:
y Dios posó su mano sobre el alma del
hombre, y todos los rincones comenzaron de pronto a tener su sentido.
Dios tiene infinitas maneras de hacerse
presente. Pero casi siempre se le adivina. Y, dentro de esas infinitas maneras,
tiene como modos que le son más propios y característicos. Hay un estilo de Dios.
Uno de los rasgos que le distinguen, una
de las formas de hacerse presente es la de tomarse "revanchas a lo
divino". Entonces Dios es más grande, más majestuoso, más inaccesible a
nuestra raquítica talla que cuando despide rayos desde el Sinaí. Porque entonces
es el Dios del Evangelio, el Dios que, a fuerza de ser bueno, hace el milagro
de hacernos buenos a nosotros.
¡Revanchas de Dios! ¿Quién no las ha
experimentado en su vida personal y no las ha presenciado en el mundo y en la
Iglesia?
Los santos suelen ser las figuras
representativas de esas "revanchas a lo divino" porque sólo ellos se
prestan a colaborar con absoluto desinterés en los planes de Dios.
Un escenario: Italia. Una época: últimas
décadas de la Edad Media. Unos personajes: Urbano VI, el antipapa Roberto,
Pedro de Luna...
Las ausencias de los papas en Roma por la
falta de seguridad de Italia y por la lucha de los partidos en Roma provocan el
cisma de Occidente, con todas sus consecuencias de relajación, indisciplina y
desorientación de los espíritus.
Wenceslao tenía entre sus manos el
Imperio de Occidente. Manuel Paleólogo había sucedido a su padre en el Imperio
de Oriente, que había entregado al sultán Bayaceto. Casia, después de su
rebelión a la Santa Sede, se vio obligada a combatir con los güelfos.
La Iglesia tenía razón para llorar su
unidad rota, las costumbres licenciosas de sus hijos, la servidumbre de los
papas al poder real.
Los derechos de Dios son conculcados.
Urge una revancha por parte de Dios, pero Él se la toma a lo divino.
Para confundir a los fuertes y "a
los que son" saca de "los que no son" una espada que ha quedado
blandiéndose en los siglos sobre aquel gris informe de tormentas y vejaciones.
La saca de Roca Porrena, aldeílla próxima a Casia, perteneciente a la Umbría,
para que tenga sólo la luz y la fuerza recibidas de Dios.
Rita de Casia es una revancha a lo divino
contra los abusos del Medioevo italiano.
Es una manera de hacerse Dios presente.
Bien se podían preguntar en Italia ante aquélla niña ignorante y extraordinariamente
poderosa: "¿Quién eres Tú, Señor?".
Se sentía a su contacto el contacto de
Dios.
Vivió Rita setenta y seis años. Y fue
santa en todas las penosas alternativas de su vida. Pasó por todos los estados:
matrimonio, viudez, consagración a Dios en el claustro.
Dice Thomas Merton que "cada llamada
especial confiere al hombre un lugar particular en el misterio de Cristo, le
otorga algo que hacer por la salvación de la Humanidad". Pues bien; a
Santa Rita le otorgó Dios mucho quehacer
por la salvación de la Humanidad al hacerla pasar sucesivamente por todos los
estados.
Nace la niña el 22 de mayo de 1381 de una
madre estéril. Sin duda, Amada Ferri, como Sara o Isabel, dio saltos de júbilo
al sentir sus entrañas fecundas. Y se siguen los prodigios que, contemplados
hoy desde la atalaya de su santidad, son como lucecillas de Dios en el camino
doloroso de su vida. ¿Qué le cuesta a Dios rebasar el orden de la naturaleza
por amor a sus escogidos o por amor a cualquiera de sus hijos? Lo raro es que
no lo rebase mas veces. ¿Será porque nuestra fe no es ni como un grano de
mostaza?
Y, como a todos, le llegó a Rita esa edad
en que canta la sangre en las entrañas, y los dientes en sonrisas blancas, y la
mirada en una luz nueva... Trece años. Sus padres la casaron. Con ello su
carrera hacia Dios se hizo más consciente, más crucificada.
Los procesos de canonización recorren
esos caminos intrincados y luminosos. ¡Cuántas virtudes! ¡Cuánta maravilla!
¡Cuánto de Dios! Me estremecía tenerlos en las manos, porque allí se me hacían
vida fresca e inmolada desde el amanecer hasta el ocaso. Y era mucho el peso de
tanta santidad.
Santa Rita vive su matrimonio ungida con
la mirra más amarga. Fernando Pablo es cruel. Y la reduce a una vida dura y
penosa. Así dieciocho años. Hasta que él muere asesinado. Los santos aman con
una intensidad y con una pureza extraordinarias, porque su amor es la
quintaesencia del amor, y el corazón de la Santa sufre.
La encina nacida entre los riscos de la
Umbría tiene estremecimientos terriblemente dolorosos. Es fuerte, pero se
siente sacudida hasta las raíces más íntimas de su ser. Sus hijos Juan Santiago
y Pablo María quieren vengar la muerte de su padre. Ella ofrece sus vidas antes
de que lleguen a consumar el crimen y mueren los dos. No quedan ya lágrimas en
los ojos de aquélla mujer, que templa su fortaleza en la Madre de un Hijo que
murió por todos. Ahora ya puede realizar sus primeras aspiraciones; consagrarse
totalmente a Dios en el retiro de un convento de agustinas. Pero es rechazada
porque no es virgen.
¡Qué madurez maravillosa la de Rita!
Huele su campo a espigas granadas y en la quietud serena de sus treinta y dos
años puede ya contemplar su vida fecunda a lo humano y a lo divino.
Es preciso que vuelva Dios a intervenir
con un prodigio para que Rita sea admitida en el convento. Tres santos la
introducen en él milagrosamente. Tommaso Nediani describe así este pasaje de la
vida de la Santa:
"Non c'e nessuno a la finestra e la
via è silente e deserta, ma una gran luce meridiana tiene il cielo. Infine ella
vide, no, non sogna, è ben desta: i suoi Santi Patroni in una luminosa aureola
d'oro, Yaustero Giovanni Battista nella pelle di camello, Sant'Agostino nel
ieratico paludamento episcopale, e San Nicole da Tolentino nel nero saio
agostiniano, che I'invitano ad andare con loro."
Viene después la época de intensas
efusiones divinas. El dolor pasado ha concentrado y purificado el amor, y ahora
su unión con la voluntad divina, su oración, su amor a la Eucaristía, su
entrega al prójimo, su fortaleza, su prudencia, su justicia, alcanzan unas
cimas insospechadas.
Hemos dicho que Santa Rita era "una
revancha a lo divino". Allí, en un rincón de la Umbría, como un gigante,
mientras la Iglesia se desangra, lucha ella las grandes batallas de Dios.
Porque estas batallas no se ganan con fuego y con acero, sino con la sangre del
propio corazón a costa de un holocausto secreto y constante.
Allí vivió pobre, obediente y casta. Bien
se le podían aplicar aquellas palabras de San Agustín: "Custodi obedientiam, ut percipias sapientiam et percepta
sapientia, noli deserere obedientiam" (S. AUGUST., In Ps. 118, XXII,
12). Ella adquirió esa sabiduría ignorada, pero nunca abandonó la obediencia.
Penetró hondamente el misterio de la cruz. Como Francisco de Asís, se ve
sellada con uno de los estigmas de la Pasión: una espina en la frente, que le
produce dolores insoportables y el martirio de ser enojosa a los demás por el
repugnante olor que despedía.
¿Alucinación? ¿Histerismo? ¿Fantasía?
No; es el misterio de la cruz incorporado
a su vida, que es ya un tejido indescifrable de dolores. Pero esta crucifixión
interior no se manifiesta al exterior más que por un derroche casi infinito de
dulzura y de caridad. El amor ha llegado a su plenitud y se desborda en
entregas.
Va a Roma. Aquella Roma combatida
recibiría con la visita de la Santa un impacto nuevo.
No faltan en el último período de la vida
de Rita detalles deliciosamente poéticos. Cuando su alma es como una viña
cargada de frutos maduros, en un día blanco y adusto de enero, fue a visitarla
una amiga. Al despedirse le dijo que si quería algo para su aldea.
-Sí le contestó-. Os ruego que,
apenaas lleguéis al pueblo, vayáis al huerto de mi casa, cortéis allí una rosa
y me la traigáis.
También le pidió dos higos maduros.
La mujer creyó que la Santa deliraba. No
sabía que los delirios de los santos, Dios los hace realidades. En el jardín
encontró milagrosamente florecida una rosa y maduros los higos.
¡Qué significativo es este pasaje de su
vida! Tiene conmovedoras resonancias del Cantar de los Cantares, cuando el
Esposo, ansioso ya de la plena posesión de la Esposa, le canta:
"Levántate, amiga mía, esposa mía, y
ven, que ya ha pasado el invierno y han cesado las lluvias. Ya, han brotado en
la tierra las flores.... ya ha echado la higuera sus brotes... Levántate, amada
mía, esposa mía, y ven" (3, 10-13).
¡Qué importa que la naturaleza esté de
invierno, si el alma de Rita está como los trigales, rojos y granados por el
sol!
El 22 de mayo, al cumplir cabalmente setenta y
seis años, en el año de gracia de 1457, entregó a Dios su espíritu.
Sirvió de edificación en su muerte, como
había servido en su vida, porque la
muerte de los justos es preciosa a los ojos de Dios.
Fue santa hasta la hora de nona... y ¡qué
difícil resulta eso a la frágil naturaleza humana!
Una santa de la Edad Media que podría
emplazarse muy bien en el siglo XX.
Una maravillosa conjugación de valores
divinos y humanos, de estados de vida.
La noche de la fe de los santos, y por
extensión de los cristianos, es la contrapartida más lograda a la noche de
desesperanza y angustia de la época actual.
Los modernos pensadores hablan de
"un hálito oscuro" que impregna los años que están por vivir. Ese
vaho todo lo vuelve negro y amargo, monótono y vacío. Es el paso de la
angustia, que troncha de raíz la vida del espíritu.
En cambio, en las noches de la fe, aunque
más torturantes porque el alma ha experimentado en otros tiempos algo de la luz
de Dios, "estamos llenos de presentimientos, experimentamos una proximidad
muy grande como de brazos abiertos y desde las estrellas un interminable advenimiento..."
"Nos hallamos envueltos por este nocturno
raudal de la luz de la fe, y allí estamos y vivimos, amando como se ama con
sencillez, sin buscar la razón o la esencia de la vida" (MÜLLER, Angustia y esperanza).
La fe es la que tiene poder para cambiar
el "hálito oscuro" de los modernos pensadores en hálito de esperanza.
Y ya con la esperanza se superan obstáculos, se allanan los caminos.
Los santos están revestidos de un cierto
sentido de infinitud y producen en el alma la impresión de lo que está muy cerca
de Dios. Dijimos que Él les constituye en sus colaboradores, y por ello se
obliga a regalarles más con sus dones. Los santos son un eco de la eternidad de
Dios. Por eso para ellos no hay tiempos ni lugares, aunque también respondan,
en el orden de la Providencia, a la necesidad concreta de un tiempo y un
espacio.
Santa Rita, como todos los santos, es un
triunfo definitivo de la fe y del amor. De ese amor que nunca se da por
vencido.
Mª DEL PILAR ALASTRUÉ CASTILLO
ORACIÓN
¡Oh gloriosa Santa Rita de Casia! Con el
alma llena de confianza por los continuos favores que alcanzas del cielo, en
bien de tus fieles devotos, vengo hoy a tu presencia, a rogarte que intercedas
con tu Amado Esposo y Redentor del mundo, a fin de que oiga benigno lo que
solicito de su gran poder e infinita misericordia. A ti, que recibiste en el
transcurso de tu larga y santa vida, tantas y tan repetidas muestras de ser un
alma privilegiada de su Amor, te atenderá bondadoso, si le ruegas por mí con
ese ardiente fervor que siempre te animaba cuando te postrabas a orar a los
pies del santo Crucifijo. Por J. C. N. S. Amén.
- * Año Cristiano, Tomo II, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1966.
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