miércoles, 29 de noviembre de 2023

MIÉRCOLES DE LA TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo
Lectura del Profeta Daniel 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28
En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos.
Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor había cogido en el templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas.
Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de Jerusalén, brindaron con ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas.
Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera.
De repente aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre el revoque del muro del palacio, frente al candelabro; y el rey veía cómo escribían los dedos.
Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, las fuerzas le faltaron, las rodillas le entrechocaban.
Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: ¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey mi padre? Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario.
Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás al cuello un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.
Entonces Daniel habló así al rey: Quédate con tus dones y da a otro tus regalos.
Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido.
Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas.
Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas, no lo has honrado.
Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto.
Lo que está escrito es: «Contado, Pesado, Dividido».
Y la interpretación es ésta: «Contado» : Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite.
«Pesado» : Te ha pesado en la balanza, y te falta peso.
«Dividido» : Tu reino se ha dividido, y se lo entregan a medos y persas.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Dn 3, 62. 63. 64. 65. 66. 67
V/. Sol y luna: bendecid al Señor.
R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos.

V/. Astros del cielo: bendecid al Señor. R/.

V/. Lluvia y rocío: bendecid al Señor. R/.

V/. Vientos todos: bendecid al Señor. R/.

V/. Fuego y calor: bendecid al Señor. R/.

V/. Fríos y heladas: bendecid al Señor. R/.


EVANGELIO
Todos os odiarán por causa de mi nombre, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.


Palabra del Señor. 

martes, 28 de noviembre de 2023

MARTES DE LA TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Dios suscitará un reino que nunca será destruido, sino que acabará con todos los demás reinos
Lectura del Profeta Daniel 2, 31-45
En aquellos días, dijo Daniel a Nabucodonosor: Tú, rey, viste una visión: una imagen majestuosa, una imagen gigantesca y de un brillo extraordinario; su aspecto era terrible.
Tenía la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro, y los pies, de hierro mezclado con barro.
Mientras estabas mirando, una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos; del golpe se hicieron pedazos el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro, triturados como tamo de una era en verano, que el viento lo arrebata y desaparece sin dejar rastro.
Y la piedra que había deshecho la estatua creció hasta hacerse una montaña enorme que ocupaba toda la tierra.
Este era el sueño; ahora explicaremos al rey su sentido.
Tú, oh rey, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha entregado el reino y el poder, y el dominio y la gloria; a quien ha dado poder sobre los hombres dondequiera que vivan, sobre las bestias del campo y las aves del cielo, para que reines sobre todos ellos, tú, eres la cabeza de oro.
Te sucederá un reino de plata, menos poderoso; después, un tercer reino de bronce, que dominará a todo el orbe.
Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro; como el hierro destroza y machaca todo, así destrozará y triturará a todos.
Los pies y los dedos que viste, de hierro mezclado con barro de alfarero, representan un reino dividido, aunque conservará algo del vigor del hierro, porque viste hierro mezclado con arcilla.
Los dedos de los pies, de hierro y barro, son un reino a la vez poderoso y débil.
Como viste el hierro mezclado con la arcilla, así se mezclarán los linajes, pero no llegarán a fundirse, lo mismo que no se puede alear el hierro con el barro.
Durante ese reinado, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido, ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, y él durará por siempre.
La piedra que viste desprendida del monte sin intervención humana, y que destrozó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro, es el destino que el Dios poderoso comunica a Su Majestad.
El sueño tiene sentido, la interpretación es cierta.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Dn 3, 57. 58. 59. 60. 61.
V/. Criaturas todas del Señor: bendecid al Señor.
R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos.

V/. Ángeles del Señor: bendecid al Señor. R/.

V/. Cielos: bendecid al Señor. R/.

V/. Aguas del espacio: bendecid al Señor. R/.

V/. Ejércitos del Señor: bendecid al Señor. R/.


EVANGELIO
No quedará piedra sobre piedra

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 5-11

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron: Maestro, ¿cuándo va a ser eso? , ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder? El contestó: Cuidado con que nadie os engañe.
Porque muchos vendrán usando mi nombre, diciendo: «Yo soy» , o bien «el momento está cerca» ; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis, pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida.
Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.


Palabra del Señor. 

lunes, 27 de noviembre de 2023

LUNES DE LA TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
No se encontró a ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías
Comienzo del Profeta Daniel 1, 1-6. 8-20
El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la asedió.
El Señor entregó en su poder a Joaquín y todo el ajuar que quedaba en el templo; se los llevó a Senaar, y el ajuar del templo lo metió en el tesoro del templo de su dios.
El rey ordenó a Aspenaz, jefe de eunucos, seleccionar algunos israelitas de sangre real y de la nobleza, jóvenes, perfectamente sanos, de buen tipo, bien formados en la sabiduría, cultos e inteligentes, y aptos para servir en el palacio; y ordenó que les enseñasen la lengua y literatura caldeas.
Cada día el rey les pasaba una ración de comida y vino de la mesa real.
Su educación duraría tres años, al cabo de los cuales pasarían a servir al rey.
Entre ellos había unos judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
Daniel hizo el propósito de no contaminarse con los manjares y el vino de la mesa real, y pidió al jefe de eunucos que le dispensase de aquella contaminación.
El jefe de eunucos, movido por Dios, se compadeció de Daniel y le dijo: Tengo miedo al rey mi señor, que os ha asignado la ración de comida y bebida; si os ve más flacos que vuestros compañeros, me juego la cabeza.
Daniel dijo al guardia que el jefe de eunucos había puesto para cuidarle a él y a Ananías, Misael y Azarías: Haz una prueba diez días con nosotros: que nos den legumbres para comer y agua para beber.
Compara después nuestro aspecto con el de los jóvenes que comen de la mesa real, y trátanos según el resultado.
El aceptó la propuesta e hizo la prueba durante diez días.
Al acabar, tenían mejor aspecto y estaban más gordos que los jóvenes que comían de la mesa real.
Así que les retiró la ración de comida y de vino, y les dio legumbres.
Dios les concedió a los cuatro un conocimiento profundo de todos los libros de la sabiduría.
Daniel sabía, además, interpretar visiones y sueños.
Al cumplirse el plazo señalado por el rey, el jefe de eunucos se los presentó a Nabucodonosor.
Después de hablar con ellos, el rey no encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y los tomó a su servicio.
Y en todas las cuestiones y problemas que el rey les proponía, lo hacían diez veces mejor que todos los magos y adivinos de todo el reino.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Dn 3, 52. 53. 54. 55. 56
V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.
R/. a ti gloria y alabanza por los siglos.

V/. Bendito tu nombre santo y glorioso. R/.

V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.

V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.

V/. Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos. R/.

V/. Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.


EVANGELIO
Vio una viuda pobre que echaba dos reales

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el cepillo del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.


Palabra del Señor. 

sábado, 25 de noviembre de 2023

TRIGESIMO CUARTO Y ULTIMO DOMINGO SOLEMNIDAD DE CRISTO REY


SOLEMNIDAD DE CRISTO REY
 
PRIMERA LECTURA
A vosotras, ovejas mías, os voy a juzgar

Lectura del Profeta Ezequiel 34, 11-12. 15-17

Así dice el Señor Dios:
—Yo mismo en persona buscare a mis ovejas siguiendo su rastro.
Como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuando se encuentran las ovejas dispersas, así seguiré yo el rastro de mis ovejas; y las libraré, sacándolas de todos los lugares donde se desperdigaron el día de los nubarrones y de la oscuridad.
Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear —oráculo del Señor Dios—.
Buscaré las ovejas perdidas, haré volver las descarriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré debidamente.
En cuanto a vosotras, ovejas mías, así dice el Señor Dios:
—He aquí que yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 22, 1-2a. 2b-3. 5-6
V/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V/. Me conduce hacia fuentes tranquilas, y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V/. Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.


SEGUNDA LECTURA
Devolverá el Reino de Dios Padre para que Dios sea todo en todo
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 20-26a. 28

Hermanos:
Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección.
Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto:
primero Cristo como primicia; después, cuando él vuelva, todos los cristianos; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios «haga de sus enemigos estrado de sus pies».
—El último enemigo aniquilado será la muerte.
Al final, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos.
Palabra de Dios

Aleluya Mc 11, 10
Aleluya, aleluya.
Bendito el que viene en nombre del Señor:
Bendito el reino que viene de nuestro padre David. Aleluya.

EVANGELIO
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros

 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre y todos los ángeles con él se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha:
—Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.
Entonces los justos le contestarán:
—Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
Y el rey les dirá:
—Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
—Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
Entonces también éstos contestarán:
—Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos ?
Y él replicará:
—Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.
Y éstos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna.
Palabra de Dios.

SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Por el daño que hice en Jerusalén muero de tristeza
Lectura del primer libro de los Macabeos 6, 1-13
En aquellos días, el rey Antíoco recorría las provincias del norte, cuando se enteró de que había en Persia una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza en plata y oro, con un templo lleno de tesoros: escudos dorados, lorigas y armas dejadas allí por Alejandro el de Filipo, rey de Macedonia, que en otro tiempo había sido rey de Grecia.
Antíoco fue allá e intentó apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo, porque los de la ciudad, dándose cuenta de lo que pretendía, salieron a atacarle.
Antíoco tuvo que huir, y emprendió el viaje de vuelta a Babilonia, apesadumbrado.
Entonces llegó a Persia un mensajero, con la noticia de que la expedición militar contra Judea había fracasado: Lisias, que había ido como caudillo de un ejército poderoso, había huido ante el enemigo; los judíos, sintiéndose fuertes con las armas y pertrechos y el enorme botín de los campamentos saqueados, habían derribado el arca sacrílega construida sobre el altar de Jerusalén, habían levantado en torno al santuario una muralla alta como la de antes y habían hecho lo mismo en Betsur, ciudad que pertenecía al rey.
Al oír este informe, el rey se asustó y se impresionó de tal forma que tuvo una gran depresión, porque no le habían salido las cosas como quería.
Allí pasó muchos días, cada vez más deprimido.
Pensó que se moría, llamó a todos sus amigos y les dijo: El sueño ha huido de mis ojos; me siento abrumado de pena, y me digo: ¡A qué tribulación he llegado, en qué violento oleaje estoy metido, yo, que era feliz y querido cuando era poderoso! Pero ahora me viene a la memoria el daño que hice en Jerusalén, robando todo el ajuar de plata y oro que había allí, y enviando gente que exterminase a los habitantes de Judea, sin motivo.
Reconozco que por eso me han venido estas desgracias.
Ya veis, muero de tristeza en tierra extranjera.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 9, 2-3. 4 y 6. 16 y 19
V/. Gozaré, Señor, de tu salvación.
R/. Gozaré, Señor, de tu salvación.

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.

V/. Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante tu rostro.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido. R/.

V/. Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie quedó prendido en la red que escondieron.
El no olvida jamás al pobre, ni la esperanza del humilde perecerá. R/.


EVANGELIO
No es Dios de muertos, sino de vivos

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 20, 27-40

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano».
Pues bien, había siete hermanos el primero se casó y murió sin hijos.
Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos.
Por último murió la mujer.
Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.
Jesús les contestó: En esta vida hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos, no se casarán.
Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección.
Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: «Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob».
No es Dios de muertos sino de vivos: porque para él todos están vivos.
Intervinieron unos letrados: Bien dicho, Maestro.
Y no se atrevían a hacerle más preguntas.


Palabra del Señor.

viernes, 24 de noviembre de 2023

VIERNES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Celebraron la consagración del altar, ofreciendo con alegría holocaustos
Lectura del primer libro de los Macabeos 4, 36-37. 52-59
En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.
Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión.
El día cinco del mes noveno (Casléu), todos madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el altar de los holocaustos que habían reconstruido.
En el aniversario del día en que lo habían destruido los gentiles, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y timbales.
Todo el pueblo se postró en tierra adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito.
Durante ocho días celebraron la consagración, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza.
Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y escudos.
Consagraron también el portal y las habitaciones, poniéndoles puertas.
El pueblo celebró una gran fiesta, que canceló la profanación de los gentiles.
Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar con solemnes festejos, durante ocho días a partir del veinticinco de Casléu.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial 1 Cro 29, 10. 11abc. 11d-12a. 12bcd
V/. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso.
R/. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso.

V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. R/.

V/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

V/. Tú eres Rey y soberano de todo: de ti viene la riqueza y la gloria. R/.

V/. Tú eres el Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos. R/.


EVANGELIO
Habéis convertido la casa de Dios en una cueva de bandidos

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 45-48

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: Escrito está: «Mi casa es casa de oración»; pero vosotros la habéis convertido en una «cueva de bandidos».
Todos los días enseñaba en el templo.
Los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.


Palabra del Señor. 

jueves, 23 de noviembre de 2023

JUEVES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Viviremos según la alianza de nuestros padres
Lectura del primer libro de los Macabeos 2, 15-29
En aquellos días, los funcionarios reales encargados de hacer apostatar por la fuerza, llegaron a Modín, para que la gente ofreciese sacrificios, y muchos israelitas acudieron a ellos.
Matatías se reunió con sus hijos, y los funcionarios del rey le dijeron: Eres un personaje ilustre, un hombre importante en este pueblo, y estás respaldado por tus hijos y parientes.
Adelántate el primero, haz lo que manda el rey, como lo han hecho todas las naciones, y los mismos judíos, y los que han quedado en Jerusalén.
Tú y tus hijos recibiréis el titulo de amigos del rey, os premiarán con oro y plata y muchos regalos.
Pero Matatías respondió en voz alta: Aunque todos los súbditos del rey le obedezcan, apostatando de la religión de sus padres; y aunque prefieran cumplir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes, viviremos según la alianza de nuestros padres.
¡Dios me libre de abandonar la ley y nuestras costumbres! No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda.
Nada más decirlo, un judío se adelantó a la vista de todos, dispuesto a sacrificar sobre el ara de Modín, como lo mandaba el rey.
Al verlo, Matatías se indignó, tembló de cólera y, en un arrebato de santa ira, corrió a degollar a aquel hombre sobre el ara.
Y entonces él mismo mató al funcionario real que obligaba a sacrificar, y derribó el ara.
Lleno de celo por la ley, hizo lo que Fineés a Zamrí, hijo de Salú.
Luego empezó a decir a voz en grito por la ciudad: ¡El que sienta celo por la ley y quiera mantener la Alianza que me siga! Después se echó al monte, con sus hijos, dejando en el pueblo cuanto tenia.
Por entonces, muchos bajaron al desierto para instalarse allí, porque deseaban vivir santamente según su ley.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 49, 1-2. 5-6. 14-15
V/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.

V/. El Dios de los dioses, el Señor, habla: convoca la tierra de Oriente a Occidente.
Desde Sión, la Hermosa, Dios resplandece. R/.

V/. «Congregadme a mis fieles que sellaron mi pacto con un sacrificio» Proclame el cielo su justicia: Dios en persona va a juzgar. R/.

V/. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo, e invócame el día del peligro: yo te libraré, y tú me darás gloria. R/.


EVANGELIO
¡Si comprendieras lo que conduce a la paz!

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos.
Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra.
Porque no reconociste el momento de mi venida.


Palabra del Señor. 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

MIÉRCOLES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El Creador del universo os devolverá el aliento y la vida
Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1. 20-31
En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre.
El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley.
Ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre.
Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor.
Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua: Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno: yo no os di el aliento ni la vida, ni formé con los elementos vuestro organismo. Fue el Creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. El, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por su ley.
Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando.
Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo; más aún, le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo.
Pero como el muchacho no hacía el menor caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien.
Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo: se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma: Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crié tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven. Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contienen y ten presente que Dios lo creó todo de la nada, y lo mismo da el ser al hombre. No temas a ese verdugo; ponte a la altura de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos.
Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo: ¿Qué esperáis? No me someto al decreto real.
Yo obedezco los preceptos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no te escaparás de las manos de Dios.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 16, 1. 56. 8ab y 15
V/. Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.
R/. Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.

V/. Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño. R/.

V/. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío, inclina el oído y escucha mis palabras. R/.

V/. Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu semblante. R/.


EVANGELIO
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 11-28

En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro: Dijo, pues: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: Negociad mientras vuelvo.
Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron tras de él una embajada para informar: «No queremos que él sea nuestro rey».
Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo: Señor, tu onza ha producido diez.
El le contestó: Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
El segundo llegó y dijo: Tu onza, señor, ha producido cinco.
A ése le dijo también: Pues toma tú el mando de cinco ciudades.
El otro llegó y dijo: Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras.
El le contestó: Por tu boca te condeno, empleado holgazán.
¿Con que sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.
Entonces dijo a los presentes: quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez.
Le replicaron: Señor, si ya tiene diez onzas.
Os digo: Al que tiene se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.
Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia.
Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.


Palabra del Señor.

martes, 21 de noviembre de 2023

MARTES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Legaré un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte voluntaria por amor a nuestra ley
Lectura del segundo libro de los Macabeos 6, 18-31
En aquellos días, Eleazar era uno de los principales maestros de la ley, hombre de edad avanzada y semblante muy digno.
Le abrían la boca a la fuerza, para que comiera carne de cerdo.
Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
Algunos de los encargados, viejos amigos de Eleazar, movidos por una compasión ilegítima, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera haciendo como que comía la carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración.
Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo digna de la ley santa dada por Dios, respondió sin cortarse, diciendo en seguida: ¡Enviadme al sepulcro! .
No es digno de mi edad ese engaño. Van a creer los jóvenes que Eleazar a los noventa años ha apostatado, y si miento por un poco de vida que me queda se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar e infamar mi vejez. Y aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no me libraría de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte noble y voluntaria, por amor a nuestra santa y venerable ley.
Dicho esto se fue en seguida al suplicio.
Los que le llevaban, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en dureza su actitud benévola de poco antes.
Pero él, a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros: Bien sabe el Señor, dueño de la ciencia santa, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y que en mi alma los sufro con gusto por temor de él.
De esta manera terminó su vida, dejando no sólo a los jóvenes, sino también a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 3, 2-3. 4-5. 6-7
V/. El Señor me sostiene.
R/. El Señor me sostiene.

V/. Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí: «Ya no le protege Dios». R/.

V/. Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor, él me escucha desde su monte santo. R/.

V/. Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable que acampa a mi alrededor. R/.


EVANGELIO
El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.
Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
El bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó: Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.


Palabra del Señor. 

lunes, 20 de noviembre de 2023

LUNES DE LA DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Una cólera terrible se abatió sobre Israel
Lectura del primer libro de los Macabeos 1, 11-16. 43-45. 57-60. 65-67
En aquellos días, brotó un renuevo pecador, Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco, que estuvo como rehén en Roma.
Subió al trono el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos.
Por entonces hubo unos israelitas sin conciencia que convencieron a muchos: Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues desde que nos hemos aislado nos han venido muchas desgracias.
Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey.
El rey los autorizó a adoptar la legislación gentil; y entonces, acomodándose a las costumbres de los gentiles, construyeron en Jerusalén un gimnasio, disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, se juntaron a los gentiles y se vendieron para hacer el mal.
El rey decretó la unidad nacional para todos sus súbditos, obligando a todos a abandonar su legislación particular.
Todas las naciones acataron la orden del rey e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el rey Antíoco mandó poner sobre el altar una ara sacrílega; y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno.
Quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas.
Los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y los echaban al fuego; al que le encontraban en casa un libro de la Alianza, y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban según el decreto real.
Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros.
Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa.
Y murieron.
Una cólera terrible se abatió sobre Israel.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 118, 53. 61. 134. 150. 155. 158
V/. Dame vida, Señor, y guardaré tus decretos.
R/. Dame vida, Señor, y guardaré tus decretos.

V/. Sentí indignación ante los malvados, que abandonan tu voluntad. R/.

V/. Los lazos de los malvados me envuelven, pero no olvido tu voluntad. R/.

V/. Líbrame de la opresión de los hombres, y guardaré tus decretos. R/.

V/. Ya se acercan mis inicuos perseguidores, están lejos de tu voluntad. R/.

V/. La justicia está lejos de los malvados, que no buscan tus leyes. R/.

V/. Viendo a los renegados sentía asco, porque no guardan tus mandatos. R/.



EVANGELIO
¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 35-43

En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: Pasa Jesús Nazareno.
Entonces gritó: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó: ¿Qué quieres que haga por ti? El dijo: Señor, que vea otra vez.
Jesús le contestó: Recobra la vista, tu fe te ha curado.
Enseguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios.
Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.
Palabra del Señor.

sábado, 18 de noviembre de 2023

TRIGESIMO TERCER DOMINGO

PRIMERA LECTURA
Trabaja con la destreza de sus manos

Lectura del Libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?, vale mucho más que las perlas.
Su marido se fía de ella y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.
Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza.
Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5

V/. Dichoso el que teme al Señor.
R/. Dichoso el que teme al Señor.
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.
R/. Dichoso el que teme al Señor.
V/. Tu mujer como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo alrededor de tu mesa.
R/. Dichoso el que teme al Señor.
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida.
R/. Dichoso el que teme al Señor.


SEGUNDA LECTURA
El día del Señor llegará como un ladrón en la noche

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

Hermanos:
En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis que os escriba.
Sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar.
Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas.
Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente.
Palabra de Dios


EVANGELIO
Como has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
—Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata; a otro, dos; a otro, uno; a cada cual según su capacidad. Luego se marchó.

El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
—Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco. 

Su señor le dijo:
—Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos, y dijo:
—Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
Su señor le dijo:
—Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
—Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
El señor le respondió:
—Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que al volver yo pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Palabra del Señor

SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Se vio el mar Rojo convertido en camino practicable, y triscaban como corderos
Lectura del libro de la Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9
Un silencio sereno lo envolvía todo, y al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado.
Llevaba como espada afilada tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo.
Toda la creación, cumpliendo tus órdenes, fue configurada de nuevo en su naturaleza, para guardar incólumes a tus siervos.
Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos.
Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 104, 2-3. 36-37. 42-43
V/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.

V/. Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas; gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. R/.

V/. Hirió de muerte a los primogénitos del país, primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezaba. R/.

V/. Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán: sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.


EVANGELIO
Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 18

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario» ; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara».
Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche ? ¿o les dará largas ? Os digo que les hará justicia sin tardar.
Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?


Palabra del Señor.

viernes, 17 de noviembre de 2023

VIERNES DE LA TRIGÉSIMA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Si lograron desvelar el cosmos, ¿cómo no descubrieron a su Señor?
Lectura del libro de la Sabiduría 13, 1-9
Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.
Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Señor, pues los creó el autor de la belleza.
Y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo.
Pues por la magnitud y belleza de las criaturas, se percibe por analogía el que les dio el ser.
Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bueno lo que ven.
Pero ni siquiera éstos son perdonables, pues, si lograron saber tanto, que fueron capaces de desvelar el cosmos, ¿cómo no descubrieron antes a su Señor?
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 18, 2-3. 4-5
V/. El cielo proclama la gloria de Dios.
R/. El cielo proclama la gloria de Dios.

V/. El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos.
el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R/.

V/. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.


EVANGELIO
El día que se manifieste el Hijo del Hombre

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 17, 26-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del Hombre.
Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva.
Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará.
Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán; estarán dos en el campo: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán.
Ellos le preguntaron: ¿Dónde, Señor? El contestó: Donde está el cadáver se reunirán los buitres.


Palabra del Señor.