viernes, 30 de junio de 2023

MES DE JUNIO DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN

 




MES DE JUNIO
DEDICADO
 
AL SAGRADO CORAZÓN

D. Félix Sardá y Salvany, Pbro.


ACTO DE CONTRICIÓN
   ¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estáis vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tenéis en vuestra presencia, pidiéndoos perdón de nuestras culpas e implorando vuestra misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús, de haberos ofendido, por ser Vos tan bueno que no merecéis tal ingratitud. Concedednos luz y gracia para meditar vuestras virtudes y formar según ellas nuestro pobre corazón. Amén.

   Aquí, la meditación correspondiente al día: 



    Y después la siguiente:

ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN
   Rendido a vuestros pies, oh Jesús mío, considerando las inefables muestras de amor que me habéis dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo vuestro adorabilísimo Corazón, os pido humildemente la gracia de conoceros, amaros y serviros como fiel discípulo vuestro, para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedéis a los que de veras os conocen, aman y sirven.
   ¡Mirad que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Vos, como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! ¡Mirad que soy muy rudo, oh soberano Maestro, y necesito de vuestras divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mirad que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los flacos y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer! Sedlo todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Vos lo espera todo mi pobre corazón. Vos lo alentásteis y convidásteis cuando con tan tiernos acentos, dijisteis repetidas veces en vuestro Evangelio: Venid a Mí..., Aprended de Mí..., Pedid, llamad,... A las puertas de vuestro Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío os hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tomadlo Vos, y dadme en cambio lo que sabéis me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.

   Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria, en recuerdo de las tres insignias, cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.

VIERNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Circuncidad a todos vuestros varones en señal de mi pacto. Sara te va a dar un hijo
Lectura del libro del Génesis 17, 1. 9-10. 15-22
Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo:
—Yo soy el Dios Saday. Camina en mi presencia, con lealtad.
El Señor añadió a Abrahán: 
—Tú guarda mi pacto, que hago contigo y tus descendientes por generaciones.
Este es el pacto que hago con vosotros y con tus descendientes y que habéis de guardar: circuncidad a todos vuestros varones.
El Señor dijo a Abrahán: 
—Saray, tu mujer, ya no se llamará Saray, sino que se llamará Sara.
La bendeciré y te dará un hijo y lo bendeciré; de ella nacerán pueblos y reyes de naciones.
Abrahán cayó rostro en tierra y se dijo sonriendo: — ¿Un centenario va a tener un hijo, y Sara va a dar a luz a los noventa?
Y Abrahán dijo a Dios: 
—Me contento con que conserves sano a Ismael en tu presencia.
Dios replicó: 
—No, es Sara quien te va a dar un hijo; lo llamarás Isaac; con él estableceré mi pacto y con sus descendientes, un pacto perpetuo.
En cuanto a Ismael, escucho tu petición: lo bendeciré, lo haré fecundo, lo haré crecer en extremo, engendrará doce príncipes y se hará un pueblo numeroso.
Pero mi pacto lo establezco con Isaac, el hijo que te dará Sara, el año que viene por estas fechas.
Cuando el Señor terminó de hablar con Abrahán, se retiró.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor
R/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos !
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/.
V/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida.
 
EVANGELIO
Si quieres, puedes limpiarme

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 1-4

En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: .
─Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Extendió la mano y lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio! Y enseguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo: No se lo digas a nadie, pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.

 Palabra del Señor.

miércoles, 28 de junio de 2023

MIÉRCOLES DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Abrán creyó al Señor y se le contó en su haber,
y el Señor hizo alianza con él
Lectura del libro del Génesis15, 1-12. 17-18
En aquellos días, Abrán recibió en visión la palabra del Señor: 
—No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y tu paga será abundante.
Abrán contestó: 
—Señor, ¿de qué me sirven tus dones si soy estéril, y Eliezer
de Damasco será el amo de mi casa?
Y añadió: 
—No me has dado hijos, y un criado de casa me heredará.
La palabra del Señor le respondió: 
—No te heredará ése, sino uno salido de tus entrañas.
Y el Señor lo sacó afuera y le dijo: 
—Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes.
Y añadió: 
—Así será tu descendencia.
Abrán creyó al Señor y se le contó en su haber.
El Señor le dijo: 
—Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte
en posesión esta tierra.
El replicó: 
—Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?
Respondió el Señor: 
—Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves.
Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos: 
—A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 104, 1-2. 3-4. 6-7. 8-9
V/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

V/. Dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos; cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas. R/.

V/. Gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro. R/.

V/. ¡Estirpe de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, él gobierna toda la tierra. R/.

V/. Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R/.


EVANGELIO
Por sus frutos los conoceréis
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis.
A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos ? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.
Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos.
El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego.
Es decir, que por sus frutos los conoceréis.
Palabra del Señor.

martes, 27 de junio de 2023

MARTES DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
No haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos
Lectura del libro del Génesis 13, 2. 5-18
Abrán era muy rico en ganado, plata y oro.
También Lot, que acompañaba a Abrán, poseía ovejas, vacas y tiendas; de modo que ya no podían vivir juntos en el país, porque sus posesiones eran inmensas y ya no cabían juntos.
Por ello surgieron disputas entre los pastores de Abrán y los de Lot.
(En aquel tiempo cananeos y fereceos ocupaban el país).
Abrán dijo a Lot: 
—No haya disputas entre nosotros dos, ni entre nuestros pastores, pues somos hermanos.
Tienes delante todo el país, sepárate de mí: si vas a la izquierda, yo iré a la derecha; si vas a la derecha, yo iré a la izquierda.
Lot echó una mirada y vio que toda la vega del Jordán, hasta la entrada de Zear, era de regadío (esto era antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra) ; parecía un jardín del Señor, o como Egipto.
Lot se escogió la vega del Jordán y marchó hacia levante; y así se separaron los dos hermanos.
Abrán habitó en Canaán; Lot en las ciudades de la vega, plantando las tiendas hasta Sodoma.
Los habitantes de Sodoma eran malvados y pecaban gravemente contra el Señor.
El Señor habló a Abrán, después que Lot se había separado de él: 
—Desde tu puesto dirige la mirada hacia el norte, mediodía, levante y poniente.
Toda la tierra que abarques te la daré a ti y a tus descendientes para siempre.
Haré a tus descendientes como el polvo: el que pueda contar el polvo podrá contar a tus descendientes.
Anda, pasea el país a lo largo y a lo ancho, pues te lo voy a dar.
Abrán alzó la tienda y fue a establecerse junto a la encina de Mambré, en Hebrón, donde construyó un altar en honor del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5
V/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

V/. El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. R/.

V/. El que no hace mal a su prójimo, ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R/.

V/. El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.


EVANGELIO
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas.
Entrad por la puerta estrecha.
Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.
Palabra del Señor

lunes, 26 de junio de 2023

LUNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Abrán marchó, como le había dicho el Señor

Lectura del libro del Génesis 12, 1-9

En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: 
—Sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan.
Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.
Abrán marchó, como le había dicho el Señor, y con él marchó Lot.
Abrán tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Abrán llevó consigo a Saray, su mujer; a Lot, su sobrino; todo lo que había adquirido y todos los esclavos que había ganado en Harán.
Salieron en dirección de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán.
Abrán atravesó el país hasta la región de Siquen, hasta la encina de Moré (en aquel tiempo habitaban allí los cananeos).
El Señor se apareció a Abrán y le dijo: 
—A tu descendencia le daré esta tierra.
El construyó allí un altar en honor del Señor que se le había aparecido.
Desde allí continuó hacia las montañas al este de Betel, y plantó allí su tienda, con Betel a poniente y Ay a levante; construyó allí un altar al Señor e invocó el nombre del Señor.
Abrán se trasladó por etapas al Negueb.
Palabra de Dios
 
Salmo responsorial Sal 32, 12-13. 18-19. 20 y 22
V/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

V/. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres. R/.

V/. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

V/. Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R/.


EVANGELIO
Sácate primero la viga del ojo

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis y no os juzgarán.
Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo», teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.
Palabra del Señor

sábado, 24 de junio de 2023

24 Junio, después de la hora nona. DUODECIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Libró la vida del pobre de manos de los impíos
Lectura del Profeta Jeremías 20, 10-13
Dijo Jeremías:
Oía el cuchicheo de la gente: «pavor en torno.»
Delatadlo, vamos a delatarlo, mis amigos acechaban mi traspiés.
A ver si se deja seducir y lo violaremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él.
Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado;
mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo.
Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará.
Señor de los Ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón,
que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa.
Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 68, 8-10. 14 y 17. 33-35
V/. Que me escuche tu gran bondad, Señor.
R/. Que me escuche tu gran bondad, Señor.

V/. Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro.
Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre,
porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí.
R/. Que me escuche tu gran bondad, Señor.

V/. Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude.
Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia;
por tu gran compasión vuélvete hacia mí.
R/. Que me escuche tu gran bondad, Señor.

V/. Miradlo los humildes y alegraos, buscad al Señor y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas.
R/. Que me escuche tu gran bondad, Señor.


SEGUNDA LECTURA
El don no se puede comparar con la caída
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 5, 12-15
Hermanos:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres porque todos pecaron...
Pero, aunque antes de la ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había ley.
Pues a pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con un delito como el de Adán, que era figura del que había de venir.
Sin embargo, no hay proporción entre la culpa y el don: si por la culpa de uno murieron todos, mucho más, gracias a un solo hombre, Jesucristo, la benevolencia y el don de Dios desbordaron sobre todos.
Palabra de Dios

Aleluya

EVANGELIO
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo
 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 26-33
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
—No tengáis miedo a los hombres porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse.
Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? y, sin embargo, ni uno sólo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo, no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante
mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.
Palabra del Señor.

sábado, 17 de junio de 2023

XI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

  

PRIMERA LECTURA

Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.

Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6a

En aquellos días, llegaron los hijos de Israel al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña.
Moisés subió hacia Dios. El Señor lo llamó desde la montaña diciendo:
«Así dirás a la casa de Jacob, y esto anunciarás a los hijos de Israel: “Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mi. Ahora, pues, si de veras me obedecéis y guardáis mi alianza, seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”».

Palabra de Dios.

 

Salmo

Sal 99, 2. 3. 5 

R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R/.


SEGUNDA LECTURA

Si fuimos reconciliados por la muerte del Hijo, ¡con cuánta más razón seremos salvados por su vida!

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6-11

Hermanos:
Cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; ciertamente, apenas habrá quien muera por un justo; por una persona buena tal vez se atrevería alguien a morir; pues bien: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo! Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Palabra de Dios.


EVANGELIO

Llamó a sus doce discípulos y los envió.

+Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 36 – 10, 8

En aquel tiempo, al ver Jesús a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor». Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».

Palabra de Dios

 

INMACULADO CORAZÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, memoria obligatoria

 PRIMERA LECTURA

Al que no había pecado, Dios le hizo expiar nuestros pecados
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 14-21

Hermanos: Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron.
Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Por tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos.
Si alguna vez juzgamos a Cristo según tales criterios, ahora ya no.
El que es de Cristo es una criatura nueva: lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el servicio de reconciliar.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados,
y a nosotros nos ha confiado el mensaje de la reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por medio nuestro.
En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Al que no había pecado, Dios lo hizo expiar nuestros pecados, para que nosotros, unidos a él, recibamos la salvación de Dios.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 11-12
V/. El Señor es compasivo y misericordioso.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

V/. Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. R/.

V/. El perdona todas tus culpas, 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando,
ni guarda rencor perpetuo. R/.

V/. Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.


EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51a

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó:
-«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor.

viernes, 16 de junio de 2023

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



Acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús
(De san Claudio de la Colombière y del beato P.Hoyos)

¡Oh Corazón de mi amantísimo Jesús! ¡Corazón dignísimo de toda mi admiración y amor! Yo N…, inflamado en el deseo de compensar y borrar tantas y tan graves injurias cometidas contra ti, y para huir cuanto está de mi parte del vicio de la ingratitud, te entrego y consagro del todo mi corazón, con todos sus afectos, y a mí mismo con todo cuanto soy enteramente. Protesto que es mi deseo puro y sincero, olvidarme del todo desde esta hora y momento de mi mismo y de todas mis cosas, para que, quitados todos los impedimentos, pueda entrar en tu sacrosanto Corazón, que con singular misericordia me has abierto, y habitar en él vivo y muerto con vuestros fieles siervos.

Oh Corazón Santísimo, enséñame, te ruego, el camino que debo tomar para que, olvidado enteramente de mi mismo, llegue a conseguir la pureza de tu amor, cuyo deseo me has infundido. Me abraso en vehementes deseos de agradarte, pero siento que de ningún modo podré llegar a conseguir lo que deseo sin aquel grande auxilio que tú solamente puedes darme. Perfecciona, pues, en mí, oh Corazón Santísimo, todo lo que te es agradable y conforme a tu voluntad. A ti sólo se deberá toda la gloria de mi santidad, si mereciese finalmente conseguirla, ni yo quiero aspirar en adelante a la misma santidad con otro fin, sino el de tu gloria y alabanza. Amén.

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN

VIERNES DE LA TERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTES

PRIMERA LECTURA
El Señor se enamoró de vosotros y os eligió
Lectura del Libro del Deuteronomio 7, 6-11
Habló Moisés al pueblo y dijo:
—Tu eres un pueblo santo para el Señor tu Dios:
él te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.
Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vosotros más numerosos que los demás—porque sois el pueblo más pequeño—, sino que, por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto.
Así sabrás que el Señor tu Dios es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos por mil generaciones.
Pero paga en su persona a quien lo aborrece acabando con él. No se hace esperar, paga a quien lo aborrece en su persona.
Pon por obra estos preceptos y los mandatos y decretos que te mando hoy.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 102. 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 10
V/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

V/. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

V/. El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

V/. El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas.
R/. La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.


SEGUNDA LECTURA
El nos amó
Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 4, 7-16
Queridos hermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. 
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos: Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios

Aleluya Mt 11, 29ab

Aleluya, aleluya.
Cargad con mi yugo—dice el Señor—
y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón.
Aleluya.

EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón
 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó:
—Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Palabra del Señor.