17 de diciembre
SAN MODESTO,
Patriarca de Jerusalén
(634 P.C.)
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    San Modesto que significa:
 "el que observa la justa
    medida el que se mantiene en los límites de lo justo" (Medus: 
medida) Este santo se hizo especialmente benemérito de la Iglesia
    Católica por haber restaurado los templos de los Santos Lugares de 
Jerusalén,
    después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.
         
   En el año 600 el rey persa Cosroes, pagano y enemigo de la
    religión católica invadió la Tierra Santa de Palestina, y ayudado por los
    judíos y samaritanos fue destruyendo mando sistemáticamente todo lo que
    encontró de católico por allí: templos, casas religiosas, altares, etc.
    Mandó matar a millares de cristianos en Jerusalén, a muchos otros los
    vendió como esclavos y al resto los fue desterrando sin piedad. Al
    Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías también lo envió al destierro.  
  
  Y fue entonces cuando Dios suscitó a un hombre dotado de
    especialísimas cualidades para reconstruir los sitios sagrados que habían
    sido destruidos. Fue Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra
    Santa.
  Después de varios años en que los habitantes de Palestina
    tuvieron que soportar el régimen del terror de los persas o iraníes, los
    excesos del ejército del rey Cosroes, y los desmanes de los judíos que
    aprovecharon la situación para destruir cuanto templo católico pudieron,
    de pronto se apareció el emperador Heráclito con su ejército y fue
    derrotando a los persas y alejándolos de esas tierras.  Aprovechando esa situación ventajosa, Modesto se dedicó
    con todas sus fuerzas a reconstruir los templos destruidos o quemados por
    los paganos y a recoger ayudas de todas partes ayudado por sus monjes. Lo
    primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, luego del de
    Gesemaní o el Huerto de los Olivos, la Casa de la Última Cena o Cenáculo,
    y muchos más. Pedía ayudas por todas partes, y poco a poco iba
    reconstruyendo cada templo, pero teniendo cuidado de que se conservara la
antigua forma que tenía antes de la destrucción de los
    persas.
Las gentes contribuían con mucha generosidad, y así el
    Arzobispo de Alejandría en Egipto, le envió mil cargas de harina para los
    obreros, mil trabajadores, mil láminas de hierro y mil bestias de carga. Y
    algo parecido hicieron los otros. 
  
Cuando el emperador Heráclito de Constantinopla logró
    derrotar a Cosroes y quitarle la santa cruz que el otro se había robado de
    Jerusalén, el mismo emperador quiso presidir la procesión que devolvía la
    cruz de Cristo a la ciudad santa, pero al llegar a aquellas tierras se
    encontró con una destrucción tan total y terrible de todo lo que fuera
    sagrado, que Heráclito no pudo menos que echarse a llorar.  
  
Como el Arzobispo San Zacarías había muerto en el
    destierro, al emperador le pareció que el que mejor podía ejercer ese
    cargo era Modesto, y lo nombró Patricarca Arzobispo de Jerusalén. Fue una
    elección muy oportuna, porque así nuestro santo tuvo facilidad para
    dedicarse a reconstruir los centenares de templos, capillas y demás lugares
    santos destruidos por los bárbaros.
          
  
Modesto continuó incansable su labor de reconstruir
    templos, recoger ayudas e inspeccionar los trabajos en los diversos sitios.
    Pero un 18 de diciembre, mientas llevaba un valioso cargamento de ayudas
    para la restauración de los santos lugares, fue envenenado por unos
    perversos para poder robarle los tesoros que llevaba, y así murió víctima
    de su gran trabajo de reconstrucción.
Gracias buen Modesto por tu gran interés por reconstruir y
    hermosear los templos de nuestra santa religión. 
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